Vivir en el arte
Vicente Rocha nació en San Gabriel y se hizo pintor en 1992, entre sus obras destacan la réplica de “El hombre en llamas”, “La maestra campesina” entre otras de autoría propia realizadas en diversos puntos de Ciudad Guzmán. Actualmente trabaja en el mantenimiento de la antigua casa del escritor Juan José Arreola. La finca está ubicada en la montaña oriente de Ciudad Guzmán y ha sido cuidada los últimos dos años por Vicente.
En los años noventa fue cuando empezó a desinhibirse, a mostrar más su forma de expresarse y que los demás supieran lo que hace. La pintura fue la manera de conseguir recursos para su familia. Rocha, de voz ronca, de cara redonda adornada con un tanto de barba, sabe de conversaciones, de política, de pintura, de la vida y de consejos.
Al hablar sobre los gobiernos y el sistema democrático en el país y en los municipios, entre bromas que: “prefiero las dictaduras, así no tenemos que estar enseñando a los funcionarios cada tres años”. Argumenta que en el Ayuntamiento de Ciudad Guzmán en el tema cultural la actuación de la regidora con esa comisión, Mariana Prado no del todo buena y expresó: “no sabe nada”
Estudió por correspondencia, lo que hoy día se traduce como “Estudios en línea” y esos conocimientos enviados a través de cartas le sirvieron para aprender distintas técnicas de pintura y el uso correcto de los colores: “Como si estudiaras la preparatoria y la secundaría en el INEA, terminando un libro te mandan otro”.
Sus ideas revolucionarias las tiene a flor de piel. Sobre la muerte del mandatario venezolano Hugo Chávez su opinión se remite a decir que no es necesario hacer a un dios de los muertos. Aunque no abundó mucho en el tema, está consciente de que los gobiernos deben de seguir su rumbo, con o sin sus líderes, y más que los gobiernos, los pueblos, pues no se puede estar casado con una institución.
Aún no sabe si seguirá trabajando en “La Cabaña” como también se le conoce al lugar que habitó Arreola. Pero por el momento lo hace por amor al arte.
Sus pinturas han sido diversas, en Ciudad Guzmán tiene cuatro, dos que fueron ideas de grandes del muralismo como Diego Rivera y José Clemente Orozco. Las ideas políticas radicales es lo que lo mueve, pero hoy sí puede presentarlas: “Me considero perteneciente a la corriente del impresionismo” ya que el realismo se lo deja a la fotografía.
La charla se alargó a través de las sombras de los árboles que cada vez son menos por la caída del sol. En la Casa Arreola se puede percibir un clima por la tarde y otro por la noche, la cercanía con el cerro es propicia para que ocurran estos cambios.
Adentrarnos al mundo de la pintura y el muralismo con Vicente Rocha se puede tener desde la visión del artista y del observador. La pintura tiene que hablar pos sí misma, argumenta, pues: “si la pintura se puede defender lo hará sola, sin tener uno que excusarla” al referirse a aquellos pintores que necesitan, además de presentar sus obras, dar largas explicaciones de por qué la línea, por qué la técnica, tratando de justificar: “lo que no puede defenderse” es de la idea de que si los espectadores no quieren la obra, no hay manera de hacerlos cambiar de opinión.
Trabajando por su parte en la creación de pinturas, “las Lupes son las que me han servido más para sostenerme económicamente”, pues confesó que la imagen de la Virgen de Guadalupe es lo que más le piden y es lo que le ha ayudado a conseguir sustento. Su taller que lleva de nombre “Somos taller de las artes galería” es su lugar de trabajo acondicionado en su casa, es ahí en donde tiene su patrimonio, lo demás es trabajo como pasatiempo, pues no hay nada mejor que el trabajo en casa.
Publicación en Impreso
Edición: 126
Sección: Pinceladas
Autor: Alonso Sánchez