Un impulso más para vivir nuestra Misión

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Proceso hacia la Octava Asamblea Diócesana Post-sinodal

Compartir las experiencias sobre las inquietudes y motivaciones que la Misión Continental y el Cuarto Plan Diocesano de Pastoral han suscitado en los procesos comunitarios de evangelización, tanto en los barrios, colonias y ranchos, como a nivel parroquial, es el objetivo de la Octava Asamblea Diocesana Post-sinodal, que se celebrará los días 27 y 28 de enero del próximo año, en Techaluta.

Esta Asamblea Diocesana será el octavo eslabón de la cadena de esfuerzos, que, desde 1996, sacerdotes y cientos de seglares de nuestra Diócesis han hecho para poner en práctica las reflexiones y las normas propuestas en el Sínodo Diocesano, que luego quedaron registradas en los cuatro documentos sinodales. De aquí el apellido de Asambleas “Post-sinodales. Esta asamblea no quiere ser una más, sino un paso más en el compromiso asumido en la anterior asamblea celebrada en noviembre del año pasado de vivir la misión como discípulos misioneros, teniendo como programa de acción el Cuarto Plan Diocesano, promulgado en esta asamblea.

Propuesta

En este contexto, los integrantes de los Equipos de Dirección Pastoral de las seis vicarías, coordinados por el P. Salvador Urteaga, Vicario Diocesano de Pastoral, se reunieron el jueves 2 de septiembre, en el Seminario Mayor para definir el objetivo y el proceso de preparación de este acontecimiento eclesial. En el diseño de esta Asamblea se refleja que la intención de fondo es vivir una experiencia de fe, que propicie la reflexión comunitaria sobre el llamado a vivir la misión y reanime el compromiso de todos los agentes de pastoral para convertirse en auténticos discípulos y entusiastas misioneros traduciendo, con actitudes y acciones, el Cuarto Plan Diocesano en sus parroquias, conscientes de que es una tarea eclesial y la expresión concreta para llevar a cabo la Misión Continental en nuestra Diócesis, propuesta por los obispos reunidos en Aparecida.

Proceso de preparación

Los puntos de referencia de esta Asamblea Diocesana son los presupuestos de cada una de las cinco prioridades del Cuarto Plan Diocesano de Pastoral. Y dos, son los espacios de preparación. El primero, será en los barrios, colonias y ranchos, es decir, en el nivel de base. El segundo, a nivel parroquial. El folleto del Cuarto Plan será la guía en toda esta experiencia de reflexión.

1. Nivel de base

En el nivel de base, la materia de reflexión se centra en el diagnóstico y análisis de la realidad social y eclesial que estamos viviendo. Se trata de tomar conciencia de los fenómenos nuevos que están apareciendo en nuestra vida cotidiana, analizar sus causas y consecuencias para detectar las principales problemáticas y proponer acciones concretas como posibles caminos para afrontarlas.

Para una mejor profundización, se sugiere que la reflexión se haga en tres momentos, es decir, en tres asambleas comunitarias. Habrá una guía con los números del Cuarto Plan que deberán leerse y con las preguntas que tendrán que contestarse en cada momento. Lo importante, no es cumplir con una tarea, sino que esta tarea sea un medio y una oportunidad para impulsar los procesos evangelización en la vida de los barrios, colonias y ranchos, conscientes de que son tierras de misión, porque la mayoría de los bautizados, no están evangelizados.

2. Nivel parroquial
El segundo espacio de preparación será a nivel parroquial. La conciencia de que todo bautizado debe ser miembro de una Iglesia misionera, al servicio del Reino, es el eje donde girarán las reflexiones en este nivel. También se sugiere que el desarrollo sea en tres momentos distintos, es decir, tres asambleas parroquiales.

Asamblea Diocesana
Como fruto de este proceso de preparación, la Asamblea Diocesana será un espacio de encuentro, reflexión y proyección. El primer día se destinará a la reflexión sobre los problemas estratégicos a los que se busca responder con las cinco prioridades pastorales propuestas en nuestro Cuarto Plan Diocesano. Por la mañana, se profundizará sobre las dos primeras prioridades. Se hará el análisis de coyuntura sobre la realidad social, el deterioro ecológico y la realidad eclesial de la Diócesis. Por la tarde, la reflexión se centrará sobre la temática que abordan las otras tres prioridades: la ministerialidad de la Iglesia, la misión desde la base y la Iniciación Cristiana como camino de evangelización para los bautizados.

La programación del segundo día contempla cuatro momentos. En las dos primeras horas, se dedicarán a compartir las experiencias de las parroquias, sobre las inquietudes y motivaciones suscitadas por la Misión Continental y el Cuarto Plan Diocesano, en base al material escrito por cada parroquia. En las siguientes dos horas, cada vicaría evaluará los aciertos y errores en el proceso hacia la Octava Asamblea Diocesana y señalará las tres principales enseñanzas. Luego, de frente al futuro, reflexionarán sobre dos puntos cruciales. Primero, sobre las estructuras organizativas que se tienen que modificar para ser fieles al anuncio del Reino, en el hoy y aquí de nuestra historia. Y segundo, sobre los desafíos que debemos responder para ser una Iglesia misionera en todos y cada uno de los rincones de la Diócesis.

Por la tarde, con el compromiso de emprender nuevos caminos para fortalecer la misión, habrá una complementación sobre cuál es el rostro que aparece de una Iglesia en estado permanente de misión. El cuarto momento será la celebración Eucarística, donde se podrá en manos de Dios la historia y el futuro de esta Iglesia en camino, que en sus opciones y proyectos pastorales, confirma su compromiso de ser “semilla del Reino” en estas tierras del Sur de Jalisco.

Publicación en Impreso

Número de Edición: 104
Autores: Luis Antonio Villalvazo
Sección de Impreso: El Campanario

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