Rosca de Reyes, una dulce tradición
Por: José Luis Ruiz Baltazar
En México, el 6 de enero se celebra el Día de los Reyes Magos, festejo que muchas familias mexicanas esperan con gran ilusión, especialmente los niños, porque ese día se convive y se parte la tradicional Rosca de Reyes. Este pan elaborado para esta fecha tiene su origen en Europa, particularmente en España. En nuestro país tomó fuerza durante los primeros años del Virreinato y se incorporó en la cultura gastronómica de los mexicanos.
Esta fiesta se remonta a la cultura romana, de donde la tomó la Iglesia Católica. Se trata de la revelación de Jesús niño a los Reyes Magos, procedentes de Oriente, quienes llegaron con regalos muy especiales: oro, incienso y mirra.
La tradicional rosca, que también se hace en otros países latinos, imita una corona de rey. Las frutas escarchadas representan las joyas de la corona y en el interior del pan se esconde una pequeña sorpresa de gran significado.
En Ciudad Guzmán, como en muchos lugares del Sur de Jalisco, se elaboran Roscas de Reyes, ya sea en forma casera o en cantidades industriales. En esta ciudad se encuentra la Congregación de las Madres Adoratrices Perpetuas del Santísimo Sacramento, que además del carisma que las distingue y sus múltiples actividades, cada año elaboran las mejores roscas de Reyes de la región.
En entrevista que concedió al periódico El Puente, la Hermana Judith Zamora de Dios dijo que cuando llegó a Ciudad Guzmán, en 1985, se hacían pocas roscas, pero que en 1986 aumentó la demanda. Para Judith hacer roscas es una verdadera fiesta que comienza propiamente desde el 31 de diciembre, con las primeras pruebas que consisten en elaborar dos o tres panes, aunque los preparativos van más allá de esta fecha y consisten en comprar las calabazas y prepararlas en dulce. Después de la Navidad se empieza a picar la fruta seca: ate, higos, dulce de calabaza, etcétera. Luego se preparan los moldes para el pan, se cierne la harina y se resguarda para cuando se vaya a utilizar. Enseguida se colocan los tablones para la decoración y venta posterior de las roscas.
Para elaborar estos sabrosos panes participan unas 12 personas amigas y conocidas de esta ciudad, quienes lo hacen de forma voluntaria. “Es una verdadera fiesta familiar llena de armonía que convoca y une; donde se convive y se colabora desinteresadamente, de manera parecida a los enrosos que se hacen a la virgen del Rosario y al señor San José en Ciudad Guzmán”, dice la Hermana Judith.
Muy cerca del Día de Reyes viene la parte más dura del trabajo, que consiste en el batido y golpeo de la masa hasta darle una consistencia correosa y enseguida extenderla con el rodillo. Luego se agrega la fruta seca y se coloca en los moldes previamente untados con manteca vegetal y espolvoreados con harina de trigo.
Antes de hornear las roscas se exponen al sol para que la masa se infle. Después de sacarlas del horno se les da un baño con jarabe, se espolvorean con azúcar y se decoran con la fruta seca. ¡Y las roscas están listas para consumirse!
El año pasado se elaboraron poco más de 500 roscas. Los tamaños varían y van desde un kilo hasta dos kilos. Para la Hermana Judith Zamora el secreto de estas roscas de Reyes es que se hacen con amor.
Significado de la rosca de Reyes
La forma circular de la rosca simboliza el Amor eterno de Dios que no tiene principio ni fin.
Las frutas con que se decora nos invitan a reconocer y a gustar de los frutos que Dios nos dio en la naturaleza que él creó.
El niño que está escondido dentro de la rosca nos recuerda al niño Jesús, a quien sus padres María y José escondieron para salvarlo del rey Herodes.
La tradición dicta que quien encuentre al niño en el pedazo de rosca recibe una gracia y la bendición de Dios. Lo cuidará hasta el 2 de febrero y lo vestirá para la presentación en el templo, así como lo presentaron la Virgen María y San José.
Y después de esta fiesta,.. una fiesta más
Quienes resultaron agraciados con el niño en la rosca, tienen el compromiso de ponerse de acuerdo para organizar otra fiesta el 2
de febrero, fiesta de la Candelaria, en donde tradicionalmente se ofrecen tamales y atole o alguna otra cena o comida para los amigos o familiares.
Ojalá que esta fiesta de armonía, convivencia y paz entre las familias no sea solamente de un día sino que la prolonguemos durante toda nuestra vida.
