Luz y alimento que nutren el iluminan la fe

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La religiosidad popular es una característica de Sayula. Una de las maneras en las que se manifiesta es en las celebraciones que hay en hogares del barrio de San Miguel. Son los “Encendios” en honor a la Virgen del Rosario de Talpa. Comienzan el 25 de enero y se terminan el 2 de febrero. Aunque desde ocho días antes se anuncia la fiesta. Las décimas no son de papel, el organizador cocina tamales y va con las personas que encienden cada día del novenario, al comunicarles el día que les corresponde les entrega tamales de carne, picadillo y dulces.

Los encendedores llevan a la Virgen veladoras, flores, incienso y comparten lo que pueden con los devotos que asisten a rezar el rosario, ofrecen canela con galletas o pan, tostadas, tacos de camarón, agua fresca o chocolate.

El primero de febrero el barrio se llena de gozo y música, pues las canciones invaden el ambiente interpretadas por bandas, tríos, mariachis que acompañan el recorrido y tocan la canción “El Paspaque” a quienes se comprometieron desde el año anterior a colocar una lámpara en honor a la Virgen.

Antiguamente la lámpara se hacía con carrizo, ahora la hace de metal para que aguante su carga, que son varios kilogramos de despensa integrada por arroz, azúcar, sal, rollos, fruta, pan, galletas, frijol, ponche y rompope.

La tradición dice que ese armazón en forma de lámpara tiene su origen cuando los pastores visitaron al niño Jesús en su nacimiento. Significan los alimentos que ellos llevaron desde su lugar de origen hacia el establo en donde Cristo nació.

El día que se celebran los encendios es el día de la Virgen de la Candelaria. Luz es candela, lámpara.

Las lámparas son un elemento importante en la fiesta de los Encendios, aunque a ciencia cierta no se sepa desde cuándo han sido parte de la tradición. La mayoría de los fieles que lo practican narran que llevan entre 35 a 80 años, lo hacen por herencia familiar y se sabe de una familia que ha pasado la práctica de generación en generación los últimos 100 años.

Esa familia es el matrimonio formado por la señora Dionisia Orozco y el señor Benjamín Cantero, ellos recibieron la encomienda de de la señora Agripina García y del señor Dionisio Orozco quienes a su vez la recibieron del señor Leandro García y de su esposa Sara Pinto, narraron que la lámpara fue una manda.

Personas mayores explicaron: “a esta lámpara se le debe colgar la fruta de horno -son unas roscas que se hacen en Guadalajara- merengues, frutas naturales como naranjas, manzanas, mandarinas, piña, plátano macho. Además de ponche de granada y tamarindo, rompope. Se complementa con cera o luz. Pues en cada esquina le ponen entre cuatro y seis velas; a la gente que acompaña en este recorrido se le da ponche y en el trayecto se regalan vasitos con rompope o ponche”.

Al llegar al domicilio donde se va a colgar la lámpara, los organizadores de los Encendios reúnen a su gente y reciben a los que la llevan, con confeti y colaciones. Al entrar a la casa se intercambian las colaciones aventándose con fuerza y alegría. Los caminantes traen sus colaciones y también tiran con ellas a los anfitriones, cuando este acto se termina, los músicos tocan alabanzas a María y toda la gente demuestra el amor y devoción a la virgen cantando, más tarde también bailan.

El 2 de febrero se realiza una comida que consiste en adobo, sopa de arroz y frijoles de fiesta –aunque ahora se ha cambiado la costumbre y para facilitar el trabajo se manda hacer birria- se invita a quien llevó la lámpara a que vallan a comer ese día, también se invita a los encendedores y si no asisten se les manda un taquito a sus casas lo que significa un agradecimiento por su participación en los encendios.

También se acostumbra que quien va a cortar la lámpara lleva la música y de nuevo inicia el ciclo.

Así se celebra una fiesta popular en la que se comparte alimento, y se lleva luz a las casas del Barrio de San Miguel. Además de recrear la fe y la religión, estas fiestas se convierten en un espacio para practicar la solidaridad, y para vivir juntos con alegría las tradiciones populares del sur de Jalisco.

Publicación en Impreso

Edición: 116
Sección: Raíces del Sur
Autor: María de Jesús Ramírez Parra

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