Formar pastores misericordiosos
Por:
Juan Carlos Montes de Oca Vargas (juan.cmv92@gmail.com)
Jonathan Emmanuel Ceballos Reyes (jonycr0012@hotmail.com)
David Aguilar Rubio (aguilar951017@hotmail.com)
Alumnos del Seminario Mayor
En la Diócesis de Ciudad Guzmán, en marzo celebramos con gozo el Mes del Seminario. En esta ocasión, motivados por la vivencia del “Año Jubilar de la Misericordia”, propuesto por el Papa Francisco, hemos querido tener como lema: “Formar pastores misericordiosos”, con el propósito de encontrarnos con Jesús en los más necesitados de nuestros barrios, colonias y ranchos.
Queremos cultivar la misericordia en nuestro proceso de formación, en base a la libertad y la responsabilidad, no sólo durante este año sino a lo largo de las tres etapas de formación: Curso Introductorio, Filosofía y Teología.
Primera etapa: Curso Introductorio
El Seminario Mayor inicia después de la preparatoria. Para que los alumnos recién ingresados al Seminario vayan fundamentando y empapando su vida personal en la fe, la entrega personal y la alegría de la vocación, el Curso Introductorio, que dura un año, tiene como objetivo: “Por medio de una inserción libre y gustosa en la vida de la comunidad y de la contemplación del misterio de Cristo y de la Iglesia, iniciarse en el trabajo pastoral de la Diócesis (…), y adquirir una visión global de los objetivos y contenidos de toda la formación sacerdotal” según el documento sinodal sobre el seminario.
El grupo está integrado por tres guzmanenses, quienes viven en la casa del Curso Introductorio, ubicada en San Gabriel, Jalisco. Ellos prestan su servicio pastoral en dos comunidades de esta parroquia: San José del Rincón y La Croix. Su encargado es el Pbro. Andrés Martínez Vázquez.
Segunda etapa: Filosofía
El ciclo filosófico dura tres años. El objetivo de esta etapa consiste en “acompañar el proceso de maduración humana y cristiana de cada alumno –proporcionándole una vivencia profunda del servicio como seglar en el ámbito de esta Iglesia Particular, y el desarrollo de la capacidad para pensar críticamente y desde la fe la vida del pueblo–, para que llegue a una decisión libre y madura ante el sacerdocio ministerial”.
En cinco semestres se realiza el programa de materias que nuestro plan de formación y el «Ordenamiento de los Estudios para los Seminarios de México» nos piden. El último semestre consiste en una etapa especial de discernimiento de frente al paso a la Teología. Recién iniciaron esta última experiencia dos alumnos, uno en Concepción de Buenos Aires y otro en Contla.
Durante la Filosofía, los seminaristas prestamos el servicio pastoral en pequeñas comunidades de nuestra Diócesis, buscando crecer en medio de ellas en nuestro compromiso como cristianos. Las comunidades en las que participamos actualmente son: Atequizayán, de la Parroquia de San Isidro Labrador; El Rodeo y San Nicolás, de la Parroquia de San Andrés Ixtlán; La Cofradía, de la Parroquia de Amacueca; San José de la Tinaja, de la Parroquia de Zapotiltic; La Penal de Ciudad Guzmán.
La Filosofía tiene 10 alumnos: cinco en primer año, tres en segundo y dos en tercero; de ellos, uno pertenece a la primera vicaría, dos a la tercera, uno a la cuarta, dos a la quinta, dos a la sexta y dos a otra diócesis. Ellos son acompañados por el P. José Alfredo Monreal Sotelo.
Tercera etapa: Teología
El objetivo de esta etapa, que dura cinco años es: “Que los alumnos se configuren a Cristo, Buen Pastor, asumiendo sus criterios y actitudes y el estilo de vida que los hará aptos para ejercer en la iglesia el ministerio sacerdotal, y adquiriendo conciencia de que el sacerdote necesita buscar su formación permanente”.
Actualmente son 19 teólogos, asesorados por el P. José Lorenzo Guzmán Jiménez: seis de primer año, cuatro de segundo, dos de tercero, tres de cuarto y cuatro de quinto. Por vicarías, uno es de la primera, uno de la segunda, seis de la tercera, uno de la cuarta, cuatro de la quinta, cinco de la sexta y uno de otra diócesis.
Durante la Teología se viven tres etapas: durante los primeros dos años de estudio se vive la experiencia de participación y acompañamiento a diferentes colonias de Ciudad Guzmán; luego los alumnos de tercer año participan en un sector compuesto por varios barrios y colonias, para irse haciendo promotores de la comunión eclesial entre diferentes comunidades; la tercera son los últimos dos años de formación. En este tiempo, los alumnos se integran a comunidades parroquiales de fuera de la ciudad, porque de esa manera se facilita más la convivencia con los sacerdotes y, acompañados por ellos, van aprendiendo a ser cabeza en las comunidades.
Los alumnos de primero, segundo y tercero de Teología prestan su servicio en las comunidades de La Resurrección, María Auxiliadora, San Isidro Labrador, El Sagrario, San Martín de Porres y La Penal, de Ciudad Guzmán. Los de cuarto y quinto de Teología, están integrados en San Andrés Ixtlán, Sayula, Amacueca, Tepec, Zacoalco de Torres, San Gabriel y la Pastoral Vocacional.
Agradecer la información publicada, para hacernos participes de la manera de formar a los futuro Pastores de nuestra Iglesia. Gracias.