En Londres se vive y se padecen los Juegos

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Cuatro años han pasado desde que el fuego olímpico se apagó en Beijing, China. Los atletas escribieron en el país oriental historias deportivas dignas de los dioses del Olimpo. Con eso comenzó el proceso de preparación para los juegos de verano de Londres 2012.

Los últimos cuatro años en el Reino Unido, en cambio, no han sido tan gloriosos como las hazañas deportivas en China. La Bolsa de Valores ha perdido millones de libras esterlinas y con ello han desaparecido miles de empleos y se ha agravado la recesión que sufre el país. Los dos últimos gobiernos han hecho multimillonarios rescates a los bancos ingleses, a pesar de la contundente evidencia de las prácticas desleales y frecuente negligencia de la clase bancaria.

La crisis financiera en el resto de Europa ha puesto mayor presión en la sociedad inglesa debido al fuerte incremento de la migración proveniente del continente hacia la isla británica. En Inglaterra se habla sobre un posible referéndum sobre la permanencia del Reino Unido en la Unión Europea. Así se mezclan aún más las emociones de los ya de por sí ansiosos británicos en espera de los Juegos Olímpicos.

Aún así, la ciudad de Londres junto con el resto del país, se han engalanado y han puesto su mejor cara para recibir al mundo. La excepción a esta cara amable son las largas filas de aduana y migración que reciben a los turistas en el aeropuerto internacional de Heathrow, que en algunos casos han llegado a rebasar las dos horas de espera.

Las demoras en la aduana son consecuencia de los recortes presupuestales en el gobierno británico que han afectado al Ministerio de Defensa e incluso a la agencia de migración (UK Border Agency), pues a pesar de saberse anfitriones de los Juegos Olímpicos, la titular de la agencia, la controversial secretaria Theresa May, decidió recortar el número de agentes migratorios en los aeropuertos, medida que desde luego ha resultado muy criticada al interior del país. Según la prensa británica y opinión generalizada, la determinación podría derivar en mayores riesgos para la seguridad nacional.

Los londinenses se hayan ahora con sentimientos encontrados, entre la alegría que brinda ser anfitrión de un evento que vanagloria el espíritu de amistad entre naciones y ensalza los ánimos de competitividad limpia, y las consecuencias reales de serlo.

Una consecuencia a la que se han tenido que enfrentar son los ejercicios antiterroristas por parte de las fuerzas especiales británicas y la constante crítica de la prensa inglesa a los recortes de presupuesto en materia de seguridad. Ambas situaciones han ayudado a alarmar a algunos sectores de la población.

Habitantes del este de la ciudad y vecinos del Parque Olímpico, han recibido avisos por parte del ejército británico, en los que les se informan los planes de seguridad en el área durante los Juegos. Estos incluyen patrullaje militar en las calles, puestos de francotiradores desde departamentos vecinos e incluso la instalación de baterías antiaéreas en el techo o alrededores de los edificios multihabitacionales cercanos al parque. Habrá civiles que en el techo de sus casas tengan objetivos militares.

Un total de 17 mil efectivos militares del Reino Unido serán partícipes de los esfuerzos de seguridad para estos Juegos, según han informado diferentes agencias. El pasado 13 de Julio, la Fuerza Aérea Real (o RAF por sus siglas en inglés) anunció la puesta en marcha de restricciones en el espacio aéreo de la zona metropolitana de Londres. Asimismo dio a conocer que aviones de combate ultramodernos tipo Typhoon y helicópteros militares Sea King, serán utilizados para patrullar la ciudad e incluso intervenir con uso de fuerza letal en caso de una amenaza real. También el buque de guerra HMS Ocean y elementos de la Marina Británica resguardarán la seguridad desde el río Támesis.

Aún con la seriedad que desatan estos temas, existe en los londinenses una preocupación más marcada sobre el desarrollo de los Juegos. Se trata de la saturación y los cambios en el transporte público.

Por las calles de Londres se notan ya los cambios. Señalamientos luminosos han sido instalados desde hace ya varios meses por toda la ciudad. Los letreros indican a los conductores evitar a toda costa viajar por el centro y el este de la ciudad durante los Juegos Olímpicos. Gran cantidad de calles serán utilizadas de distintos sentidos durante esas tres semanas, algunas se convertirán en uso exclusivo para la logística de los organizadores, así como los carriles especiales para los Juegos llamados Games Lanes.

Sin embargo, es el transporte público lo que más preocupa a los londinenses sobre el desarrollo de los Juegos. La ciudad espera recibir a no menos de medio millón de visitantes adicionales este verano, quienes como la gran mayoría en esta ciudad, utilizarán el transporte público, en específico el tren subterráneo. El famoso Underground de Londres.

El alcalde de la ciudad de Londres, Boris Johnson, ha recibido numerosas críticas de la opinión pública debido a su decisión de incrementar las tarifas del transporte público en poco más de 20% en los últimos tres años. La principal excusa fue modernizar el servicio frente a la justa mundial. Sin embargo en el Undergroound persisten los síntomas típicos del sistema subterráneo más antiguo del mundo. Hay trenes retrasados, plataformas saturadas o servicios suspendidos que son la imagen cotidiana en esta metrópolis. Por eso, la agencia Transport for London, encargada del transporte público de la ciudad, en conjunto con el comité organizador de los Juegos Olímpicos y el gobierno de la ciudad han puesto en marcha el servicio “Get Ahead of the Games” o “Adelántate a los Juegos”, con la finalidad de ayudar a los ciudadanos a planear rutas alternas de transporte durante las tres semanas de competencias.

Espíritu olímpico

Aún con la histeria que provoca las excesivas medidas de seguridad y cambios en el transporte, miles de londinenses se han dado a la tarea de embellecer la ciudad para que pueda lucir su mejor cara. Asociaciones de vecinos, todos voluntarios, han dado la nota en un acto de civismo. Ataviados con guantes y escobas en mano limpian la ciudad para mostrar al mundo que Londres recibe con calidez a sus huéspedes.

Con todo y todo, londinenses y británicos están listos para recibir la máxima justa deportiva y demostrar que son los mejores anfitriones, aunque no sin cuestionar la exorbitante cifra de 24 mil millones de libras esterlinas, que según una investigación de Sky News podría alcanzar el precio final. Este costo es diez veces mayor a la cifra de 2 mil 370 millones que se había presupuestado en 2005, cuando Londres ganó la sede olímpica. La cuenta que podrían alcanzar estos Juegos equivale a alrededor de 480 mil millones de pesos. Apenas 50 mil millones de pesos menos que el presupuesto asignado para Educación por el gobierno federal mexicano para el 2012.

La opinión pública en el Reino Unido está consciente del enorme gasto y sabe que la mayor parte de ese dinero saldrá del bolsillo de los propios británicos a través de impuestos. Lo que los hace ver estos juegos con reserva y otra perspectiva.

Eso sí, la mayoría tendrá que verlo desde su casa, pues los boletos para la ceremonia de apertura alcanzaron las dos mil libras esterlinas, un equivalente a 40 mil pesos mexicanos. Para las primeras rondas de clavados de 10 metros en categoría masculina, costaron el equivalente a 8 mil pesos. Todo sin considerar a la reventa.

Así los londineses vivieron en la calle de maneras diferentes y con rostros alegres y amargos, el arranque de los Juegos Olímpicos.

Publicación en Impreso

Edición: 119
Sección: Dichos y Hechos
Autor: Juan Ignacio Pérez Pereda

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