El Puente debe tener una nueva orientación: Antonio Villalvazo
Si el equipo de trabajo de El Puente se compara con un cuerpo humano, el sacerdote Luis Antonio Villalvazo Díaz, director del periódico, tiene las funciones del corazón. Este órgano es el músculo más importante del organismo y es el responsable de llevar sangre oxigenada a todas sus células. La sangre se oxigena con ideas que dan sentido al camino, con ánimos que fortalecen los brazos, con oídos y consejos que son remedios en medio de momentos de desilusión.
El corazón se ha fortalecido con aprendizajes. Antonio Villalvazo materializa en El Puente su visión de fe y su esperanza en el mundo: “Desde el inicio, pensamos que fuera un puente entre la vida social y la vida eclesial; entre la vida y la fe; entre los sacerdotes y los seglares, entre la pastoral y la cultura del pueblo del Sur de Jalisco y la de San Cristóbal de Las Casas, Chiapas”.
Uno de los rasgos más importantes del periódico es que no tiene publicidad entre sus páginas: “El criterio es que la información sea un servicio para la evangelización y no un negocio. Que nuestro esfuerzo sea un servicio y no una mercancía para vender. El Puente se ha mantenido por el generoso cariño de colaboradores, distribuidores y lectores”.
A decir del Padre Antonio, en las cien ediciones se han podido dejar huellas positivas, y de ellas enumeró las siguientes: “despertar la conciencia crítica, registrar la historia en los acontecimientos sociales más importantes de la región y el dinamismo pastoral de la Diócesis. Otro aporte es que ha sido el espacio de experiencia para los estudiantes del ITESO; y otro, la experiencia de los dos diplomados en periodismo con el sueño de formar periodistas locales”.
En la publicación se habla de la vida social y política de la región sur de Jalisco. La participación de los ministros de culto en la política es condenada en ocasiones y sobre el tema Villalvazo Díaz opinó: “La sal cumple su misión de dar sabor cuando se coloca dentro de la cazuela; en el salero es un adorno. La sal es la fe y la comida es la vida. Y aunque la fe y la política son dos dimensiones distintas de la vida, no son contrarias, sino complementarias. La complejidad de la vida actual necesita de una visión más amplía. Los creyentes tenemos que aprender a ver la realidad con los ojos de la fe para poder descubrir la voz de Dios en los acontecimientos”.
Jesucristo es el guía más importante y lo es también para los reporteros. Villalvazo considera que: “Cristo fue periodista, fue un hombre que siempre estuvo atento a la realidad y dio su interpretación de esa realidad. Contó historias que hasta la fecha siguen vivas y actuales. Por supuesto, ¡Jesús es un periodista!”.
El director de El Puente mantiene intactos los motivos para continuar la labor: “Sigue vivo el querer ser un puente real entre la fe y la vida”. Pero el momento histórico de la Diócesis y del periodismo en el mundo, urge a la reflexión: “hay muchos retos, tenemos que replantearnos nuestro servicio de cara al futuro. Hay varias situaciones que me preocupan; una, la no aceptación del periódico en algunos sacerdotes que no están de acuerdo con la línea editorial y otra, la negación de las vicarías, instancias y equipos diocesanos a colaborar. Es el momento de valorar el pasado pero de replantear nuestro futuro como medio de información y formación”.
Los medios de comunicación han cambiado junto con la modernización tecnológica; también con la evolución de la sociedad. Los nuevos tiempos obligan a pensar el futuro de El Puente de forma distinta y Antonio Villalvazo explicó: “Visualizo un proyecto más periodístico, no sólo en medios impresos, sino un proyecto de comunicación en varios medios. Visualizo un Puente más arraigado a los proyectos alternativos. Visualizo un Puente donde más gente puede sentirse reflejada y que lo haga suyo. El Puente debe tener una nueva orientación”.
La labor del Padre Antonio ha sido fundamental en la historia del periódico, pero reconoció que el camino debe recorrerse sin él: “Me imagino que en unos años sea un proyecto más de la gente; que sea un proyecto de un equipo más profesional pero con la misma mística. Si sigue en manos de pocos, pronto estaremos repartiendo esquelas informando su defunción”.
Un mundo que cambia tan rápido obliga a la reflexión y a la acción. El corazón mantiene el funcionamiento del cuerpo. Es necesario cambiar para adaptarse al mundo, pero sin dejar escapar de ese corazón tres cualidades que hacen vitales sus pulsos: servicio, fe y amor envueltos por la esperanza.
Publicación en Impreso
Número de Edición: 100
Sección de Impreso: Dichos y Hechos
Autor: Carlos Efrén Rangel
HOLA PADRE TOÑO ME DA MUCHO GUSTO PODER SALUDARLO Y COMO SIEMPRE VER QUE SIGUE TRABAJANDO ESPERO DIOS LO AYUDE PARA QUE MUCHAS PERSONAS COMO YO PODAMOS APRENDER Y COMPARTIR LAS COSAS QUE USTED NOS ENSEÑA LE AGRADESCO SI NO LO HICE EN SU MOMENTO EL CURSO DE FOTOGRAFIA AL CUAL ASISTI CON APOYO SUYO GRACIAS POR LLEGAR A COMPARTIR PARTE DE MI VIDA CON MI FAMILIA EN ESPECIAL CON MI PAPA USTED LO AYUDO MUCHO EN CUANTO A EL CARACTER QUE EL TENIA Y A MI A FORMARME COMO PERSONA RESPONSABLE Y A SUPERARME. GRACIAS Y QUE DIOS LO BENDIGA.