Discriminados a pesar del éxito
El 29 de agosto se pusieron en marcha los Juegos Paralímpicos Londres 2012, un evento que reúne a cerca de 4 mil 200 atletas que padecen algún tipo de discapacidad física, mental o sensorial. Como cada ciclo olímpico, este competencia inicia semanas después de finalizados los Juegos Olímpicos y como cada cuatro años se desarrollan en la más absoluta indiferencia aún cuando los atletas discapacitados han demostrado en muchos de las casos ser mucho más competitivos y eficientes que los convencionales, sobre todo los mexicanos.
Si vamos al medallero histórico nos daremos cuenta que los atletas paralímpicos mexicanos superan por un amplio margen a los deportistas convencionales y eso que para las olimpiadas se han realizado 30 ediciones mientras que paralimpiadas solo 14. Los convencionales han ganado 62 medallas totales, mientras los paralímpicos suman 252, es decir, cuatro veces más preseas. Ellos en promedio obtienen 18 metales por edición, mientras que los convencionales promedian 2.
Ante tal panorama la pregunta es ¿por qué si los atletas paralímpicos son mucho más exitosos, se conoce mucho menos sobre ellos? Y la respuesta tiene que ver con la poca cobertura que ofrecen los medios de comunicación sobre este evento, los Juegos Paralímpicos se desarrollan en la más absoluta indiferencia mediática. Por ejemplo: Televisa ofreció durante los Juegos Olímpicos una cobertura impresionante, con transmisiones en vivo de las competencias donde estuvo algún mexicano ó alguna figura mundial, tenía una serie de programas especiales dedicados al evento, reporteros, comentaristas, camarógrafos y demás personal para tener la cobertura completa de Londres 2012. En cambio para la paralimpiada solo se hace mención de las competencias en su noticiero deportivo estelar, mantienen en la Gran Bretaña al personal mínimo indispensable para la cobertura, no existen programas especiales sobre el evento y mucho menos transmisión en vivo de sus competencias.
En periódicos el caso no es distinto, ya que sus portadas ofrecen apenas un pequeño recuadro alusivo a la medalla paralímpica obtenida con su respectiva nota en los interiores, en cambio, cuando algún atleta obtuvo su medalla en la pasada Olimpiada fue la noticia más importante, portada incluida más las interiores que fueran necesarias para dar cuenta del suceso. En ese sentido podemos hablar de una discriminación por parte de los medios hacia los atletas paralímpicos, cuyos resultados, historias y procesos son archivados en el anonimato. Todos conocen quienes son los siete medallistas olímpicos mexicanos pero hasta hoy no habrá mucha gente capaz de saber los nombres de los ocho atletas que han conseguido su presea en la Paralimpiada.
Ahora bien, si uno de los valores del olimpismo es generar paz e igualdad entre las naciones, ¿por qué no empezar con crear igualdad entre los atletas?, ¿por qué no desarrollar los Juegos Olímpicos y Paralímpicos de manera paralela? Esto para darle el peso y el valor a ambas competiciones. Los números no mienten y a pesar de la indiferencia mediática en México sobre este evento, las entradas vendidas para asistir a las competencias en vivo son cada vez son mayores: En Sydney 2000 fueron 1.2 millones de boletos vendidos, en Atenas 2004 cayó a 850 mil, en Beijing 2008 se compraron 1.8 millones y para Londres 2012 se han reportado 1.2 millones de entradas. Esto indica que los Juegos Paralímpicos también pueden ser rentables y también pueden inspirar a una nación, si una persona con discapacidad puede ser el mejor del mundo una persona con todas sus capacidades también puede. Lo dijo Jesús Castillo, atleta paralímpico de Powerlifting y campeón Panamericano en Guadalajara 2011:“A quién deberían de ver es a nosotros (los paralímpicos), nos esforzamos más y ganamos más medallas”.
Es así que lejos de los reflectores, de las portadas, del clamor popular, los atletas paralímpicos que representan a México en Londres 2012 ponen en alto el nombre del país, hacen que el himno nacional se escuche mientras en su tierra esperan algún día ser reconocidos y admirados como lo son los medallistas convencionales.
Publicación en Impreso
Edición: 120
Sección: Reporte Especial
Autor: Oscar Molgado