Cuaresma es el tiempo de la solidaridad y la reconciliación
La cuaresma es el tiempo litúrgico de conversión que marca la Iglesia Católica para prepararse a la gran fiesta de la Pascua. La cuaresma dura 40 días, comienza desde el Miércoles de Ceniza y termina antes de la Misa de Cena del Señor, en Jueves Santo. Durante este tiempo el color litúrgico es morado que significa luto y penitencia. La preparación, la conversión y la reconciliación son fundamentales para celebrar el misterio pascual.
Vivir la cuaresma es un llamado a la conversión, para que el hombre revise su vida con el evangelio de Cristo como guía. El periodo invita a profundizar la fe a través de la meditación, los ejercicios espirituales, el ayuno, la abstinencia y la reconciliación.
Dentro de las costumbres religiosas-sociales, la cuaresma es vista como un periodo de abstención y sacrificio donde la privación de alimentos, bebidas o actividades mundanas deben ser restringidas, lo que hace olvidar el verdadero sentido de la preparación espiritual, como se cita en el libro: Del Sinaí al Calvario, reflexiones sobre las últimas palabras de Jesús, con el Testimonio de Catalina: “Solidarizarnos con el prójimo viviendo la pasión y sacrificio que hizo Cristo para la salvación del hombre”.
Textualmente el ayuno consiste en dejar de comer alimentos sólidos durante un periodo de tiempo, y la abstinencia se refiere a dejar de comer carnes rojas o realizar un acto que causa agrado o satisfacción a modo de preparación, por una obra de caridad o piedad; ambos se practican el Miércoles de Ceniza, los Viernes de la Cuaresma y el Viernes Santo. Aunque el ayuno y la abstinencia todavía son observadas por los católicos, el verdadero sentido de esta práctica ha quedado en el olvido.
El ayuno es más que una privación voluntaria de comer o beber, es un acto interno que acerca a Dios mismo a través de la privación de lo que contamina al individuo y regenera el espíritu; es la expresión máxima de solidaridad con los seres humanos que sufren hambre, sed, pobreza e injusticias y que son viva imagen de Cristo, a través de éste, el cuerpo y el espíritu se preparan para una comunicación más directa con el Señor y permite sentir en carne propia el sufrimiento del prójimo que pasa adversidades.
La abstención es más que omitir algunos alimentos o placeres mundanos que causan satisfacción. La abstención es la oportunidad de fortalecer las virtudes humanas como la caridad, la humildad, la templanza, también es hacer un bien o servir al prójimo con el fin de que el hombre crezca espiritual y humanamente.
La compleja situación económica que viven las familias de manera cotidiana se ve más mermada durante este periodo debido al encarecimiento de los alimentos propios de la cuaresma como los productos del mar, las frutas, verduras y leguminosas; esto implica que se busquen diversas alternativas de consumo que permitan alimentar sanamente a las familias.
Para hacer frente a los altos costos de los alimentos es necesario reconsiderar los presupuestos propios y eliminar alimentos que se compran por costumbre y que no se consumen en su totalidad, se desperdician o echan a perder y al final se tiran a la basura lo que propicia un gasto adicional que reduce posibilidades económicas. Suele suceder que parte de la comida que se compra se desperdicia o se tira a la basura en buen estado, en lugar de compartirla con quien menos tiene.
El auto consumo es una alternativa sencilla y económica, muchas verduras, legumbres y leguminosas pueden cultivarse en pequeñas macetas dentro de la casa, esto permite tener provisiones de alimentos orgánicos necesarios para consumo diario, se pueden renovar frecuentemente. Esta práctica era muy común hace algunas décadas, en las casas por pequeñas que fueran tenían macetas con orégano, hierbabuena, estafiate, chiles, tomatillos, y otros alimentos lo que les permitía hacer frente a tiempos de austeridad.
Aún en tiempos difíciles el compartir los alimentos con quienes menos tienen es la posibilidad de vivir plenamente la solidaridad, es el reflejo del ser humano que se preocupa por el prójimo. No es necesario hacer grandes sacrificios económicos, se puede compartir lo mismo que está en la despensa, lo que se va a preparar para la familia llevar un poco al vecino, al niño que pide en la calle, a la persona que pide limosna de casa en casa, son oportunidades para ayudarse unos a otros y vivir realmente el sentido de amor al prójimo.
Vivir la cuaresma no es acto de sacrificio obligado, significa ser mejor ser humano y hacer mejor las cosas por sencillas que parezcan como ser amable y atento con todas las personas con las que se convive a diario, en la casa, barrio, escuela o trabajo.
Fomentar la comunicación y el diálogo entre familias, vecinos y compañeros. Recortar tiempo de televisión, internet, celular, antros dedicándolo a actividades que fortalezcan el espíritu como la lectura, la oración o ayudando al prójimo del barrio, en la escuela o en la misma calle, siempre existe la oportunidad de hacer una obra a favor de alguien.
Controlar los apetitos, no consumir algo que te guste demasiado como dulces, refrescos, alcohol, tabaco, fritangas; esto lo puedes hacer un día a la semana y lo que gastas en esas cosas las puedes emplear para ayudar a alguien más o a tu propia familia.
Disfruta la vida y las oportunidades que tienes todos los días; al levantarte, no te quejes, siempre ve el lado positivo de las cosas. Deja el egoísmo a un lado y comparte con los demás tus cosas, conocimientos, habilidades, de nada sirve tener virtudes si no las compartimos o enseñamos a los demás.
Evita criticar a otros, mejor actúa a favor de los demás. Sé más participativo en tu colonia, barrio, escuela, trabajo, esto te relaciona más con las personas y aprendes a conocerlas mejor.
Cuida del medio ambiente, se más consciente en tu casa, barrio, escuela, trabajo del deterioro ambiental, recicla materiales, no desperdicies agua, alimentos o bienes materiales, lo que tú tiras le hace falta a alguien más.
Conoce más tu religión, es importante que conozcas tus cimientos, muchos critican sin conocer o por los que otros dicen, este tiempo es propicio para acercarte y conocer su verdadera esencia.
Ser más espiritual, reflexivo y crítico de tu vida, recordemos que somos ejemplo de los hijos, los hermanos, los vecinos y la sociedad; reflexionar sobre lo que haz hecho y lo que te falta por hacer; lo único que permanece son las obras.
Recetas económicas y rendidoras para compartir:
Pasta con vegetales
Ingredientes:
Un paquete de pasta de su preferencia (tallarin, tornillo, codito)
Vegetales a gusto económicos (zanahoria, calabacita, elote, chícharo, brócoli) picados en cuadritos y cocidos,
Crema, mayonesa, sal y pimienta.
Preparación:
Se pone a cocer la pasta en agua caliente con sal y un poco de aceite hasta que esté al dente (que esté cocida pero firme).
Las verduras se cortan en cuadritos y se cuecen.
El agua que sobra de las verduras se puede guardar para hacer una sopa un día después o se puede utilizar como consomé de verduras agregando un jitomate, cebolla y orégano, servirá de entrada o primer plato.
Se cuelan ambos ingredientes y se juntan, se añade crema o mayonesa, sal y pimienta al gusto.
Se puede comer fría o caliente.
La pasta es rendidora y económica, además aporta carbohidratos que dan energía al cuerpo, y es muy atractiva para chicos y grandes.
Taquitos de Sardina
Ingredientes:
Una lata de sardinas
Chile serrano
Jitomate, cebolla, tortillas, frijoles fritos.
Preparación:
Se abre la lata de sardinas al gusto, con tomate o natural.
Por otro lado se pica en cubitos la cebolla, el jitomate y el chille al gusto, después se sofríen en una sartén con muy poco aceite, ya sofritos se le agrega la sardina desmenuzada y se deja que se cueza hasta que se reduzca, de preferencia no utilice sal ya que la sardina contiene suficiente.
Hay que calentar las tortillas y cuando esté la mezcla se preparan los tacos a los cuales se les pone un poco de sardina y un poco de frijol frito.
Se sirven inmediatamente para que no se enfríen.
Evitar dorarlos pues eleva el riego de aumento de colesterol. Se pueden acompañar de lechuga picada con naranja y una salsa de chile serrano.
Este platillo es rendidor y económico, lo que quede puede utilizarse como relleno para tortas o enchiladas.
Capirotada
Es un platillo de tiempos de solidaridad y austeridad. La capirotada es un postre que tiene su significado en los tiempos de austeridad, por eso se elabora de pan duro, que representa el pan que se guarda para las épocas de sequía; se complementaba con caldo de jitomate, cebolla, piloncillo y canela, se remojaba el pan seco agregándole queso viejo y se cosía en el horno para que este pan tuviera un nuevo sabor y satisficiera el hambre.
En la actualidad, este platillo típico de la gastronomía de cuaresma ha tenido muchas modificaciones, se hace con pan viejo, con picón, con pan de caja, y se le agrega leches dulces, pasas, nueces; un sin fín de ingredientes nuevos que a pesar del tiempo no le han permitido perder su verdadera esencia.
Publicación en Impreso
Edición: 116
Sección: Remedios de mi Pueblo
Autor: Ruth y Mónica Barragán