Compartir el camino cultiva la esperanza
El 3 y 4 de julio, las Organizaciones Básicas intercambiaron experiencias para encontrar caminos que dignifiquen la vida de las personas. El intercambio reflejó que la pobreza crece día a día y genera situaciones de miseria en familias que viven con el estómago vacío. La explicación a la situación que se vive es un sistema económico y político que es injusto, que a pocos les da mucho y muchos no tienen nada; con empresas voraces que buscan la máxima ganancia y pagan salarios miserables; con gobiernos que responden asistencialmente convirtiendo al pobre en objeto, dependiente, pasivo. Se vive un sistema que genera corrupción e ignorancia porque se abandona la escuela y bombardea con propaganda consumista.
Esta realidad presenta grandes desafíos como el mapeo constante para identificar el crecimiento de la pobreza y ubicar los casos que requieren la solidaridad de la Iglesia; promover acciones que enfrenten la pobreza y solucionen necesidades; promover organización entre personas necesitadas y crear redes; compartir las experiencias que son signos de esperanza.
En respuesta concreta a esta pobreza desafiante, las organizaciones básicas compartieron caminos esperanzadores.
En el nivel de asistencia, la organización de Cáritas de la Vicaría Primera compartió su experiencia de atención a emergencias cotidianas de algunas parroquias de Ciudad Guzmán. La metodología que siguen es identificar el caso, lo socializan en la comunidad y piden solidaridad, sino alcanza a solucionarse el problema, entonces informan a la parroquia y si la parroquia no soluciona, entonces el caso pasa a la instancia de Cáritas. El objetivo es atender al enfermo pero siempre como sujeto de su propio desarrollo, sin quitarle la responsabilidad a la familia.
La Cooperativa “Organización y Progreso” de Sayula, realiza compras en común de alimentos básicos como azúcar, frijol, aceite, sal, huevo, entre otros. Actualmente maneja 33 productos que son consumidos a más bajo precio por los mismos socios de la cooperativa. Si alguien quiere entrar al consumo, se le exige que sea miembro de la Cooperativa de Ahorro que es la iniciadora.
La Cooperativa de Ahorro y Crédito de Usmajac, inicia con el taller de cooperativismo impartido por el padre José Sánchez. 22 personas organizaron la cooperativa, con el objetivo de ayudarse mutuamente, ya que les prestaban dinero con intereses caros y les exigían muchos requisitos. Los frutos que han obtenido en dos años, es el ahorro de 120 mil pesos que utilizan en préstamos para los socios, el fondo común para necesidades emergentes, préstamo a la cooperativa de producción de tostadas y reparto de utilidades que ingresan al mismo ahorro.
La Doctora Mago y su equipo, platicaron el camino de la casa de Salud “Cuautli” de Zapotiltic, cuyo objetivo es promover la salud y la organización en cuatro ejes: Prevención, Curación, Educación y Organización. Enfrentar la situación actual con medicina alternativa, terapias, diagnóstico, acupuntura, tinturas, microdosis, pomadas, preparado de alfalfa y pan integral.
Esta promoción la realizan con grupos de la Diócesis y la parroquia Misión de Pantelho Chiapas. Aprenden al compartir la experiencia con muchos grupos, enriqueciéndose con diversas terapias. El criterio es organizarse, aprender y servir.
La Doctora Rocío Áreas de Zapotitlán, compartió el proceso para lograr el reglamento de uso, cuidado y distribución del agua en el municipio. Los grupos solidarios de autoconstrucción, investigaron y documentaron el mal uso, mala distribución y desperdicio del agua. Presionaron a las autoridades municipales anterior y en asamblea pública, con la participación de varias familias, construyeron el reglamento para buen uso y cuidado del agua. Están presionando al Presidente Municipal actual para que lo ejecute. Tienen una comisión de educación para informar continuamente a la comunidad, sobre el cuidado del agua.
El grupo del Rincón, platicó su experiencia integral del trabajo que inicia desde 1982, a partir de los cursos de Pueblo Nuevo. El proyecto comenzó con un grupo de familias necesitadas de vivienda, consiguieron el terreno y autoconstruyeron sus casas. Siembran en común maíz, frijol y calabaza. Gestionan apoyos para un molino del nixtamal. Administran el servicio del agua y construyen dos tanques de ferrocemento para almacenar agua.
Preocupados por crear fuentes de empleo y recuperar la cultura del pueblo, organizan bandas musicales de viento y mariachis donde participan varios familiares. Gestionaron recursos municipales para instalar una granja donde producen carne de gallina y borrego, huevo y hortalizas.
Las esposas promueven la nutrición procesando soya, trigo y amaranto; promueven la salud natural, aplicando diversas técnicas como: tintura, microdosis, pomadas, jarabes, diagnóstico a través del iris y los imanes, masajes, digitipuntura. Participan en el trabajo pastoral de la parroquia. Promueven la participación ciudadana para defender sus derechos.
El desafío de las Organizaciones Básicas es ser una alternativa que despierte conciencia solidaria de los pobres que optan por los pobres y construyen la comunidad; proponer acciones para enfrentar la pobreza con menos dinero, atender al necesitado como sujeto y reconstruir la persona fundamentada en valores como la solidaridad, el servicio, la transparencia, el respeto; promover organizaciones y redes que dignifiquen la vida al poner en común los recursos.
Publicación en Impreso
Edición: 130
Sección: Página Viva
Autor: Jesús Gutiérrez Valencia