Homilía para la Vigilia Pascual 2023
Buscaban a un muerto y se encontraron con la noticia de que estaba vivo.
Continuar en la misión
Texto: Mt 28, 1-10.
Dios, que parecía ausente y permanecía callado mientras Jesús agonizaba en la cruz, estaba sufriendo junto a su Hijo. Al tercer día respondió, de manera callada durante la noche, resucitándolo y alegrándose con Él. El ángel fue quien comunicó a las mujeres esta respuesta de Dios: “buscan a Jesús, el crucificado. No está aquí; ha resucitado, como lo había dicho”. Buscaban a un muerto y se encontraron con la noticia de que estaba vivo. Esto es lo que celebramos de manera solemne esta noche, el día de mañana y toda la semana.
Tanto el ángel como el mismo Resucitado les pidieron tres cosas a las Marías: que no temieran, que fueran a decir a los demás que había resucitado y que los esperaba en Galilea para encontrarse. Ya no había que buscar un cadáver, sino buscar a un vivo; ya no era tiempo de hablar de un muerto, sino de un resucitado; ya no había que estar huérfanos, sino volverse a convocar como comunidad para ir a la misión. Galilea significa lugar de la misión de Jesús.
Esto mismo es para nosotros hoy. El Resucitado nos pide no temer al encuentro con Él, convocarnos como comunidad y decidirnos a salir a la misión a las periferias. Estas tres cosas están ligadas a la condición bautismal, que renovaremos en seguida. El agua que se bendecirá no es para tenerla bendita, sino para ser rociados con ella y retomar la tarea de vivir en comunidad en cada barrio y colonia; para seguir a la escucha de los clamores de los pobres y responder a ellos buscando caminos de vida nueva, así como Dios escuchó los de su Hijo crucificado y le respondió resucitándolo; para continuar en el anuncio y construcción del Reino de Dios en medio de la ciudad. Con la Comunión sellaremos estas tareas.
8 de abril de 2023