Guía para la celebración dominical en familia (12 de julio de 2020)
Les compartimos esta guía para vivir la celebración de la Palabra en familia el próximo domingo 12 de julio. Ojalá les ayude en su vida familiar y comunitaria.
Tierra en donde la Palabra fructifica
Celebración dominical de la Palabra en familia – XV Domingo ordinario – 12 de julio de 2020
Parroquia de Santo Niño Milagroso, en Huescalapa, Jal.
- Que la celebración se realice de preferencia en un jardín o patio donde se tengan tierra, plantas, piedras, espinos. Preparar un altar con la Biblia abierta en Mt 13, 1-23, el cirio encendido y una imagen de Jesús sembrando. Tener semillas para cada participante.
INICIO
CANTO: Salió el sembrador a sembrar (Se puede encontrar y descargar en YouTube: https://www.youtube.com/watch?v=xl828EvEeyw).
PAPÁ: Nuestra celebración dominical del día de hoy como familia nos llevará a reflexionar sobre nuestra actitud de escucha y acogida personal, familiar y comunitaria a la Palabra de Dios. La parábola del sembrador, en la que se nos muestra el rostro de Dios como sembrador incansable que busca terrenos apropiados, nos invita a ser también sembradores de la Palabra. Participemos con atención y alegría.
MAMÁ: Iniciamos En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Ahora en silencio contemplamos el altar: ¿Qué es lo que vemos en este espacio? ¿Que nos hace pensar? Y nosotros, ¿qué sabemos de siembra? ¿Y qué sabemos de sembrar la Palabra de Dios?
Teniendo en cuenta lo importante que es la siembra, tanto de las semillas para recibir los frutos de la tierra como de la Palabra de Dios para el crecimiento de las personas, y que a veces descuidamos, pidamos perdón a Dios por no sembrar semillas para lograr la vida comunitaria. Decimos: Perdón, Señor, perdón.
HIJO/A MAYOR: Porque por más que oímos no comprendemos y por más que vemos no conocemos.
PAPÁS: Porque el corazón se nos ha endurecido, hemos tapado nuestros oídos y cerrado los ojos.
HIJO/A MENOR: Porque todo esto impide que como familia y comunidad nuestro corazón comprenda, que nos convirtamos y que tú nos sanes.
PALABRA DE DIOS
PAPÁ: Ahora vamos a escuchar el texto de evangelio, en el cual Jesús nos narra y explica la parábola del sembrador. La parábola nos ayuda a descubrir que todo ser humano posee la capacidad de dejar que el evangelio entre en su corazón y nos invita a ser tierra buena de la que salgan frutos del Reino para la comunidad y la sociedad. Escuchemos atentos.
- Uno de los hijos toma la Biblia del altar y lee Mt 13, 1-17 (Nota: Si es necesario, se lee otra vez el texto).
Contestamos: ¿Qué dice? ¿En qué lugares cayeron las semillas? ¿Qué pasó con cada una? ¿Qué le preguntaron a Jesús los discípulos? ¿Qué les respondió?
Ahora vamos a leer y comentar la explicación que Jesús dio de la parábola. Cada quien lee lo de una semilla (Mt 13, 18-23) y hace su reflexión ayudado con la siguiente pregunta: ¿En qué ocasiones somos ese tipo de tierra?
MAMÁ: Jesús habló directamente a sus discípulos porque sus corazones estaban dispuestos a escuchar y entender su mensaje. En cambio, utilizó parábolas con otras personas para que se esforzaran por entender antes de juzgar desde sus prejuicios. En esta parábola del sembrador, Jesús nos muestra el rostro del Padre como el Sembrador incansable del Reino. No desprecia ningún terreno, pero escoge el rinconcito donde la Palabra fructifique.
Esta parábola aclara las diferentes actitudes ante el mensaje de Jesús. Quienes lo aceptan, acogen el Reino de Dios y al ponerlo en práctica dan frutos en la comunidad. En cambio, quienes no lo aceptan son aquellos que miran y no ven, oyen y no comprenden; por tanto, se marchitan y no dan fruto, no alcanzan a madurar. Jesús nos invita a ser capaces de comprender que el Reino de Dios es para todos, porque todos tenemos la capacidad de producir; sólo debemos hacer el proceso de maduración que nos lleve a realizar el Reino en nuestra vida, tanto personal como familiar y comunitaria.
Ahora pensemos: ¿Con cuál tipo de tierra me identifico yo? ¿Qué debo hacer para ser tierra que recibe la semilla de la Palabra y llega a dar frutos? Para esto vamos a tomar semillas y decidir en qué lugar las vamos a sembrar. Teniendo en cuenta lo que nos dice el evangelio de hoy y viendo las semillas que tenemos en nuestras manos, hacemos oraciones en forma de petición y todos respondemos: Padre, Sembrador incansable, escúchanos.
ORACIÓN Y BENDICIÓN
PAPÁ: Ahora, para terminar esta celebración dominical, nos vamos a colocar en círculo alrededor del altar y con la conciencia de que todos somos capaces de dar frutos buenos, con la oración que Jesús nos enseñó le vamos a decir al Padre que queremos ser tierra buena y fértil: Padre nuestro…
MAMÁ: Juntos como hermanos y entusiasmados por ser como el Padre sembradores incansables que den frutos para la vida comunitaria, haciendo la cruz sobre nosotros vamos a decir: El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna. Amén.
- Canto final: Salió el sembrador a sembrar.