En estado de misión – Vida Diocesana

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“Se proyectó una experiencia formativa que esté en medio del pueblo. Tenemos que preguntarnos si estamos en el corazón del pueblo”

Encuentro entre presbíteros y seminaristas en el mes del Seminario.

 

En el ambiente de la Cuaresma, en el contexto del Año Jubilar por los 150 años de vida del Seminario Diocesano de Ciudad Guzmán y con motivo del Mes del Seminario, el 18 de marzo se realizó un encuentro celebrativo entre presbíteros y seminaristas.

 

La celebración dirigida por los jóvenes tuvo tres momentos: uno penitencial, uno de encuentro con la Palabra de Dios y otro de acción de gracias.

 

En el primer altar se pidió perdón a Dios por las fragilidades personales y pastorales, descubiertas en la XI Asamblea Diocesana Postsinodal, como el clericalismo, la autorreferencialidad, la falta de promoción de servicios y ministerios, la ausencia de una buena formación para la misión.

 

Con el compromiso de seguir promoviendo juntos una Iglesia ministerial y misionera desde la base, y una Iglesia con rostro laical, como signo de conversión pastoral, los participantes se impusieron la ceniza.

 

En el segundo altar se hizo una reflexión sobre el estilo de presbiterio y seminario que tiene que seguirse formando en esta Diócesis: “se proyectó una experiencia formativa que esté en medio del pueblo. Tenemos que preguntarnos si estamos en el corazón del pueblo, no sólo porque oren por nosotros y nos mantengan, sino porque en nuestra experiencia formativa estemos ahí”, dijo Heriberto Díaz Navarro.

 

Enseguida señaló que lo vivido en la Asamblea, las prioridades y los desafíos nos sirven de medida para ver si estamos en las realidades de empobrecimiento, violencia, cuidado de la Casa común, animación de la Iglesia ministerial y misionera, y si nos estamos formando para eso.

 

La celebración concluyó en el tercer altar, en el que se agradecieron a Dios los frutos que el Seminario ha dado a lo largo de su historia.

 

El P. Andrés Martínez, Rector del Seminario, invitó a seminaristas y presbíteros a seguir animando, ayudando y protegiendo esta experiencia de formación para la misión.

 

 

 

 

Publicación en Impreso

Edición: Número 184 – Junio 2019

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