Temas Cuaresmales 2011
Hermanos y hermanas de esta Diócesis de Cd. Guzmán:
Con gusto les ofrecemos los temas para las catequesis cuaresmales de este año, que tienen como tema general: la reconciliación y la paz.
El Consejo Diocesano de Pastoral, en la consulta que se le hizo […]
Guía para la celebración de la Ceniza
Ya se acerca la Cuaresma. El próximo miércoles 9 de marzo será el Miércoles de Ceniza. Como cada año, a través del Equipo Diocesano de Servicios y Ministerios Laicales, les ofrecemos una guía para realizar la celebración en barrios, colonias y ranchos.
Homilía del 7º domingo ordinario 2011
“Amen a sus enemigos, hagan el bien a los que los odian y rueguen por los que los persiguen y calumnian” (Mt 5, 44). Estos mandatos de Jesús están orientados a que sus discípulos y discípulas vivamos como hijos e hijas de Dios. Quiere decir que no basta con tener el Bautismo y los demás sacramentos para ser hijos e hijas de Dios. Es necesario asumir y cultivar un estilo de vida en el que se viva al máximo el mandamiento del amor: al grado de amar a los enemigos.
Materiales de la 8ª Asamblea Diocesana Postsinodal
Nuestra 8ª Asamblea Diocesana Postsinodal tuvo como objetivo: “Compartir las experiencias sobre las inquietudes y motivaciones que la Misión Continental y el 4º Plan Diocesano de Pastoral han suscitado en los procesos comunitarios de evangelización, tanto en el nivel de base como a nivel parroquial”.
Con gusto les ofrecemos los materiales […]
Homilía del 6º domingo ordinario 2011
“Si su justicia no es mayor que la de los escribas y fariseos, ciertamente no entrarán ustedes al Reino de los cielos” (Mt 5, 20). Esta petición de Jesús a sus discípulos nos orienta en relación a nuestra vida: no nos tenemos que consolar, como muchas personas expresan, con no matar, no robar, no meterse con nadie, creyendo que no se está en pecado. Así vivían los fariseos y escribas y se proclamaban buenos y justos, pero estaban lejos de la vida del Reino de Dios.
Homilía del 5º domingo ordinario 2011
;»>“Ustedes son la luz del mundo” (Mt 5, 14). Con estas palabras Jesús indica a sus discípulos en qué consiste su vida y su misión. Son palabras que nosotros tenemos que llevar en lo más profundo de nuestro corazón, puesto que en el Bautismo fuimos iluminados por Cristo y se nos pidió vivir siempre como hijos e hijas de la luz. De aquí la otra petición de Jesús: “Que […] brille la luz de ustedes ante los hombres” (v. 16). El discípulo, al igual que el Maestro, tiene que ser luz.
Homilía del 4º domingo ordinario 2011
“Dichosos los pobres de espíritu, porque de ellos es el Reino de los cielos” (Mt 5, 3). Así comienza Jesús el Sermón de la Montaña. Esta bienaventuranza es la síntesis de las otras siete y del proyecto de vida de los discípulos y discípulas de Jesús. Todos y todas hemos recibido el llamado a tener espíritu de pobres y nuestra vida tiene que ser un esfuerzo permanente por vivir así. Y hay una garantía: quien tiene espíritu de pobre tiene abierta la puerta de entrada al Reino.
Homilía del 3er domingo ordinario 2011
El pueblo que yacía en tinieblas vio una gran luz (Mt 4, 16). Con estas palabras tomadas del profeta Isaías, y además proclamadas en la primera lectura de hoy, el evangelista san Mateo explica lo que significó la acción de Jesús en Galilea y sus alrededores: se convirtió en luz para todos los pueblos de la tierra. Quien es iluminado por Jesús, como Él tiene que convertirse en luz para los demás, por lo que cada bautizado tiene la obligación de iluminar la vida del mundo.
Homilía del 2º domingo ordinario 2011
“Doy testimonio de que éste es el Hijo de Dios” (Jn 1, 34). Con estas palabras termina Juan el Bautista la presentación de Jesús ante su pueblo. Ya le había preparado el camino a Jesús, ahora lo presenta como el importante, como el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo, como el que va a bautizar con el Espíritu Santo, como el Hijo de Dios. Esto que hace Juan –dar testimonio de Jesús– es lo que tenemos que hacer quienes estamos bautizados.
Homilía del domingo del Bautismo del Señor 2011
“Es necesario que […] cumplamos todo lo que Dios quiere” (Mt 3, 15). Así le dijo Jesús a Juan el Bautista para convencerlo de que lo bautizara, tal como estaba haciendo con las personas que confesaban sus pecados y expresaban su compromiso de cambiar de vida para disponerse a recibir el Reino de Dios. Con esto Jesús se manifiesta como Hijo obediente a Dios desde el comienzo de su misión. La obediencia a Dios es algo que no nos tiene que faltar a los bautizados.