Página Diocesana

Homilía del domingo de la Santísima Trinidad 2012

Derechos y deberes

Textos: Dt 4, 32-34. 39-40; Rm 8, 14-17; Mt 28, 16-20.

Hoy celebramos la solemnidad de la Santísima Trinidad. Esta fiesta nos vuelve a los derechos y deberes que adquirimos en el Bautismo. Fuimos bautizados en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, según el mandato de Jesús. En esa celebración quedamos constituidos hijos del Padre, hermanos de Jesús y templos del Espíritu Santo. Con esta Eucaristía le damos gracias a Dios y renovamos nuestra comunión con Él en esa triple dimensión de nuestra vida.

Homilía del domingo de Pentecostés 2012

Pentecostés

Textos: Hch 2, 1-11; 1 Cor 12, 3-7. 12-13; Jn 20, 19-23.

Hoy celebramos Pentecostés. Para nosotros, Pentecostés es el inicio de la Iglesia. Para los judíos era la fiesta de las cosechas. Por eso había tanta gente en Jerusalén el día en que vino el Espíritu Santo sobre los discípulos y discípulas de Jesús. Al recibir el Espíritu Santo, Pedro y los demás comenzaron a dar testimonio de Jesús y lo hicieron de tal manera que quienes los escuchaban entendían lo que ellos y ellas decían: las maravillas de Dios realizadas en la persona de Jesús.

Homilía de la Ascensión del Señor 2012

Misión

Textos: Hch 1, 1-11; Ef 4, 1-13; Mc 16, 15-20.

Nos encontramos en los textos bíblicos dos testimonios de la Ascensión del Señor, acontecimiento que celebramos en este día. La misión de Jesús termina e inicia la misión de la Iglesia. Es la misma misión de ir por el mundo anunciando el Evangelio; la diferencia es que Jesús ya la había realizado y ahora le toca a la Iglesia vivirla. Jesús mismo se la confía al decir a sus discípulos que “vayan por todo el mundo y prediquen el Evangelio a toda creatura” (Mc 16, 15).

Homilía del 6º domingo de Pascua 2012

Amar

Textos: Hch 10, 25-26. 34-35. 44-48; 1 Jn 4, 7-10; Jn 15, 9-17.

El texto del Evangelio que se acaba de proclamar es continuación del que escuchamos y reflexionamos el domingo pasado, el de la vid y los sarmientos. Allí Jesús nos pedía permanecer unidos a Él para dar frutos; aquí nos pide permanecer en su amor, de la misma manera en que Él permanece en el amor de su Padre. También nos dice el modo de mantenernos en su amor: cumpliendo sus mandamientos. Y su mandamiento es que nos amemos como Él nos ha amado.

Homilía del 5º domingo de Pascua 2012

Permanecer unidos a Jesús

Textos: Hch 9, 26-31; 1 Jn 3, 18-24; Jn 15, 1-8.

Jesús nos manda que permanezcamos unidos a Él para dar fruto. Para ayudarnos a comprender mejor esto, nos pone el ejemplo de la vid y los sarmientos, o sea, de la relación existente entre el tronco y las ramas. Permanecer unidos, vivir unidos, lograr la unidad es mucho más que estar junto con la otra o las otras personas. Significa entrar en comunión de corazón, asumir y sostener proyectos comunes, compartir la vida. Eso es lo que nos pide Jesús en relación a Él.