Homilía para el 32º domingo ordinario 2017

Estar prevenidos

Ordinario32 A 17

Estamos acercándonos al final del año. No del año civil, para el que falta un poco más de mes y medio, sino del año litúrgico, que termina con la fiesta de Cristo Rey. De ahí que este domingo y el próximo, en la Palabra de Dios se nos ofrezcan textos que ayudan a pensar en la cercanía del fin, en la importancia de estar prevenidos y en la necesidad de un cambio en la vida. Hoy Jesús compara el Reino de Dios con diez jóvenes, cinco de las cuales eran previsoras y cinco no.

Homilía para el 31er domingo ordinario 2017

Discípulos servidores

Ordinario31 A 17

Después de las denuncias que hizo a las autoridades religiosas de su tiempo, sumos sacerdotes, doctores de la ley y ancianos del pueblo, Jesús siguió enseñando a las multitudes y a sus discípulos. A propósito del modo de actuar de los escribas y fariseos, presenta el ideal de discípulos y discípulas que Él quiere en su comunidad. Lo que dijo a quienes lo escuchaban en aquella ocasión es también para nosotros hoy. La reflexión que hagamos sobre nuestra vida a la luz de sus enseñanzas, nos ayudará a prepararnos para recibirlo de manera sacramental en la Comunión.

Homilía para el 30° domingo ordinario 2017

Servir a Dios y al pobre

Ordinario30 A 17

A Jesús le hicieron una pregunta para tenderle una trampa. Ya lo traían de encargo, especialmente los doctores de la ley, los sumos sacerdotes y los ancianos del pueblo; tenían decidida su condena a muerte porque los denunciaba con su predicación y estilo de vida y andaban buscando razones para justificar su muerte. De ahí esta pregunta sobre el mandamiento más grande de la ley. A la luz de la respuesta de Jesús, quien no cayó en la trampa, podemos reflexionar este domingo y prepararnos para recibirlo en la Comunión sacramental.

Homilía para el 29° domingo ordinario 2017

Dar a Dios lo que le pertenece

Ordinario29 A 17

A Jesús ya lo traían de encargo los fariseos, sumos sacerdotes, maestros de la ley y ancianos del pueblo. Los domingos anteriores escuchamos varias parábolas dirigidas a ellos para hacerles caer en la cuenta de que no estaban realizando bien su servicio de conducir al pueblo por el camino que Dios esperaba de ellos y más bien se estaban aprovechando de la gente para su beneficio. Hoy escuchamos cómo le ponen una trampa para poderlo acusar y justificar su condena a muerte, la cual ya tenían decidida. Lo que sucedió en aquella ocasión nos ayuda ver nuestra propia vida y a disponernos para recibir sacramentalmente a Jesús en esta Eucaristía dominical.