Homilía para el 4º domingo de Pascua 2018

Escuchar y seguir al Buen Pastor

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Este domingo Jesús se presenta como el Buen Pastor. Nos encontramos con Él en nuestra condición de ovejas suyas, lo hacemos como rebaño en esta Asamblea, para alimentarnos de su Palabra y de su Carne, y para seguirlo en la construcción de la comunidad y en la búsqueda de la vida digna. Con esta Eucaristía nos unimos a la Jornada Mundial de Oración por las Vocaciones; pedimos a Dios que no falten servidores laicos y consagrados en la vida de nuestras comunidades.

Homilía para el 3er domingo de Pascua 2018

Enviados a ser testigos

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San Lucas nos narra el primer encuentro de Jesús resucitado con la comunidad el mismo día de la Resurrección. Los discípulos de Emaús, que ya habían vivido su primera experiencia de encuentro con Jesús, se la estaban compartiendo a los demás. Ellos estaban convencidos y dando testimonio del Resucitado, pero después de hacer su proceso de fe. Ahora tocaba al resto de discípulos y discípulas vivir su propia experiencia, para convencerse y convertirse también en testigos del acontecimiento central de nuestra fe. Para eso, Jesús se hizo presente en medio de ellos.

Homilía para el 2º domingo de Pascua 2018

Dar testimonio comunitario del Resucitado

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En el texto del Evangelio se nos narran los dos primeros encuentros de Jesús resucitado con su comunidad de discípulos y discípulas. Uno fue el mismo día de su Resurrección; el otro, a los ocho días. Desde entonces hasta hoy Jesús no ha dejado de estar presente en medio de la comunidad para reanimarla ante las crisis, tropiezos y desalientos, para alimentarla con su Palabra y con su Cuerpo y Sangre, y para enviarla a la misión, como acabamos de escuchar.

Homilía para el domingo de Pascua 2018

Dar testimonio de la Resurrección

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Estamos en el domingo de Pascua, el domingo más importante del año. Hoy celebramos con solemnidad la Resurrección de Jesús, acontecimiento para el cual nos preparamos durante la Cuaresma. Los textos de la Palabra nos ofrecen varios testimonios de la Resurrección, que nos dan luz sobre lo que tiene que ser nuestra vida personal como bautizados y sobre lo que tiene que ser nuestra vida de comunidad como Iglesia, pueblo de Dios.