Homilía para el 33er domingo ordinario 2018

Vivir y transmitir la esperanza

Este domingo estamos celebrando en la Iglesia la Segunda Jornada Mundial de los Pobres, promovida por el Papa Francisco para recordarnos que en el centro de la vida de la Iglesia tienen que estar ellos. A la luz de la Palabra de Dios podemos revisarnos como parroquia y encontrar luces para devolver la esperanza a aquellas personas que sufren por el empobrecimiento en nuestra comunidad. Esto nos ayudará a prepararnos para recibir sacramentalmente a Jesús en la Comunión.

Homilía para el 31er domingo ordinario 2018

Escuchar a Dios para amar

Un escriba, un especialista en la ley, le preguntó a Jesús sobre el primero de todos los mandamientos. Era una pregunta innecesaria, pues él se los sabía de memoria al revés y al derecho. La respuesta de Jesús y la conclusión de aquel escriba, nos ayudan a revisar por dónde anda nuestra vida y a prepararnos para recibir a Jesús de manera sacramental en la Comunión.

Homilía para el 30º domingo ordinario 2018

Escuchar los gritos de los empobrecidos

Jesús se encontró con una situación que tiene mucha luz para nosotros hoy: un ciego sentado a la orilla del camino. Por su ceguera, Bartimeo era considerado un maldecido por Dios, estaba desahuciado por la sociedad y, para sobrevivir, dependía de la limosna que le daban quienes pasaban por el camino. Tenía necesidad de que alguien se compadeciera de él para comenzar una vida nueva, aquella que Dios ofrecía a través de los profetas. La oportunidad llegó con Jesús que pasaba por allí, acompañado por mucha gente y por sus discípulos.

Homilía para el 29º domingo ordinario 2018

Servidores y esclavos, como Jesús

Santiago y Juan ya habían hecho su proyecto de vida: ser el primero y el segundo en la “empresa” o “plataforma política” de Jesús. Ellos le propusieron esto al Maestro, pensando en que sería alguien muy poderoso, como se esperaba al Mesías entre los judíos. Pero Jesús les aclaró que ni Él vino para eso ni sus discípulos tendrían que buscar los primeros puestos. Más bien, deberían esforzarse por ser servidores y esclavos de todos, así como Él les estaba enseñando.