Homilía para el domingo de Pentecostés 2020 (31 de mayo)

Instrumentos del Espíritu para la misión
Los textos bíblicos que se acaban de proclamar nos ayudan a reconocer, valorar y agradecer el don del Espíritu Santo, que Jesús resucitado y el Padre comunicaron a los discípulos y discípulas para que salieran a la misión. También es una buena oportunidad que se nos presenta para renovar nuestro compromiso bautismal de ser discípulos misioneros. En esta Eucaristía dominical vivimos esta doble dimensión de gratitud y compromiso y la alimentamos con la Comunión.