Homilía del 9º domingo ordinario 2011
“El que escucha estas palabras mías y las pone en práctica […]. El que escucha estas palabras mías y no las pone en práctica” (Mt 7, 24. 26). Según lo que oímos de Jesús en el texto del Evangelio, nuestra entrada o nuestra ausencia en el Reino depende de poner o no en práctica sus palabras. Se trata de ponerlas en práctica y no de quedarse indiferentes o repetirlas. Por eso dice: “No todo el que me diga: ‘¡Señor, Señor!’, entrará en el Reino de los cielos” (v. 21).