Homilía para el domingo de Pentecostés 2014

Espíritu para la misión

Pentecostés A

Estamos celebrando la solemnidad de Pentecostés. Con la Eucaristía de este domingo le agradecemos a Dios el don del Espíritu Santo que, como escuchamos en la primera lectura, vino sobre los discípulos de Jesús. Pentecostés se convirtió en el cumplimiento de la promesa hecha por Jesús a sus discípulos de que Él y el Padre les enviarían su Espíritu para que fueran sus testigos por todo el mundo. El Espíritu descendió para llevarlos a la misión y sostenerlos en ella.

Homilía para el domingo de Ascensión 2014

Ser misioneros y formar discípulos

Ascensión A

Este domingo celebramos la Ascensión del Señor. Es el hecho de que, después de resucitar, Jesús se elevó al cielo y Dios lo sentó a su derecha, como testimonian los textos bíblicos proclamados. Es el acontecimiento que confesamos en el Credo: “subió al cielo y está sentado a la derecha del Padre”, decimos. Enseguida lo recitaremos una vez más. Pero, antes de su Ascensión, Jesús encomendó a sus discípulos ser misioneros y formar discípulos suyos.

Homilía para el 6º domingo de Pascua 2014

Otro Defensor

Pascua6 A

Cuando se estaba despidiendo de sus discípulos durante la Última Cena, Jesús les hizo una promesa: que el Padre les enviaría otro Paráclito. Se refería al Espíritu Santo. Paráclito significa defensor, consejero, el que viene en auxilio, el que ayuda. Si les ofreció otro Defensor quiere decir que ya tenían uno. Era Él mismo. Jesús es el primer Defensor de sus discípulos, el primero que aconseja, el primero que auxilia, el primero que ayuda. Es porque Él es el Buen Pastor.