Homilía para el 4º domingo ordinario 2016
Vivir la misericordia trae dificultades
Por lo que escuchamos en e
stas lecturas, la vida de los profetas no es fácil. Y nosotros, en el Bautismo fuimos consagrados profetas. A la luz de estos textos podemos revisar hoy nuestra vida, si estamos o no viviendo nuestra condición profética. De esta manera nos podemos preparar para recibir a Jesús en la Comunión y para salir luego a vivir como Él la misericordia, conscientes de que esto trae dificultades. A Jesús lo quisieron matar desde el comienzo de su misión.