Homilía para el domingo de la Santísima Trinidad 2017

Vivir en el amor

Santísima Trinidad A 17

Estamos celebrando este domingo la fiesta de La Santísima Trinidad. Con la Eucaristía le agradecemos la vida que Él nos dio y que nos sostiene día a día. Hoy nos fortalece con el Cuerpo y la Sangre de Jesús, para que proyectemos esa vida en la misión, que tiene el amor como manera de vivir. Los textos bíblicos que se acaban de proclamar nos ayudan a descubrir que Dios nos ama y que ese amor lo tenemos que prolongar en la familia, la comunidad, la sociedad y la Casa común.

Homilía para el domingo de Pentecostés 2017

El Espíritu es para la misión

Pentecostés A 17

Este domingo celebramos la fiesta del comienzo de la Iglesia, llamada Pentecostés. La Iglesia es misionera por naturaleza y desde su origen, como acabamos de escuchar. Al recibir el Espíritu Santo, los discípulos y discípulas –ahí estaba la Virgen María– comenzaron a predicar el evangelio, a anunciar el Reino de Dios, a proclamar las maravillas de Dios, como narra el libro de los Hechos de los Apóstoles. La reflexión sobre nuestra condición misionera nos ayudará a prepararnos para recibir sacramentalmente a Jesús en el momento de la Comunión.

Homilía para el domingo de la Ascensión 2017

Las "aseguranzas" de Jesús

Ascensión A 17

Estamos celebrando este domingo la fiesta de la Ascensión de Jesús. Una vez terminada su misión sobre la tierra, Él regresó a la Casa del Padre, para ir por delante de nosotros en el camino, para esperarnos y para animarnos en nuestra esperanza. Pero antes de partir, aseguró varias cosas para sus discípulos, como acabamos de escuchar en los textos bíblicos. Con la reflexión sobre este acontecimiento nos prepararemos para recibirlo sacramentalmente en la Comunión.

Homilía para el 6° domingo de Pascua 2017

No estamos desamparados

Pascua6 A 17

Nos hemos reunido en este domingo, que es el sexto de la Pascua, para la celebración de la Eucaristía. Hoy nos encontramos con la promesa que Jesús hizo a sus discípulos de no dejarlos desamparados. Él estaba muy cerca de su muerte. Era la víspera, porque esto que escuchamos en el texto del evangelio es parte de lo que les dijo durante la Última Cena. Al día siguiente fue crucificado y murió. Estaba preparado a sus discípulos para la separación.