Cuestionados por los mártires | Vida diocesana
Aspirantes a diáconos permanentes se reunieron en el Seminario Mayor, el 10 de agosto, fiesta de San Lorenzo, Patrono de los Diáconos. Fueron 23.
La Asamblea tuvo dos momentos: el primero, un retiro espiritual realizado a la luz de tres diáconos mártires: San Lorenzo, y los salvadoreños José Othomaro Cáceres y Felipe Salinas. Ellos perdieron la vida por servir a los pobres, los tesoros de la Iglesia, como los valoró y cuidó el santo Patrono. Su testimonio cuestionó a los aspirantes en su compromiso al servicio de los pobres de sus comunidades. “Yo creo que con esos ejemplos tenemos. Está claro para quien lo quiera entender” comentó Gustavo Vargas.
El segundo momento estuvo dedicado a reflexionar sobre los desafíos que deja para ellos el resultado de la evaluación de las prioridades en lo eclesial del Cuarto Plan Diocesano: Iglesia ministerial, Iglesia misionera en la base y Formación integral para la vida digna. Después de leer la evaluación diocesana en sus reuniones vicariales, se preguntaron en qué los cuestiona como aspirantes al diaconado. En la Asamblea se retomó la síntesis de esos cuestionamientos.
“Nos cuestiona el modelo de Iglesia que está en nuestro corazón, porque hay un clericalismo que nos impide vivir nuestro compromiso bautismal, nos impide promover los servicios y ministerios que respondan a las realidades y necesidades de la comunidad, a asumir la dimensión social de la Iglesia, el trabajo con los jóvenes y animar los consejos y asambleas como espacios de articulación y de promoción de una Iglesia ministerial”, expresó Gustavo Vargas.
Finalmente se preguntaron qué van a hacer para asumir esos cuestionamientos. Con la conciencia de ponerse en conversión pastoral, entre otras cosas dijeron que van a promover los procesos comunitarios donde no existen, pero en el nuevo modelo de Iglesia.
“Como san Lorenzo y ellos –Cáceres y Salinas–, no divorciar lo eclesial y lo social. Caminar con los dos pies”, expresó uno de los grupos.