Una explosión que marcó a todo un país
Por: Rafael Hernández
Tristeza, indignación, frustración, impunidad, fueron solo algunos de los sentimientos que gran parte de los mexicanos sintieron el pasado 31 de enero, cuando se enteraron de la explosión ocurrida en el edificio B2 del complejo administrativo de Petróleos Mexicanos (PEMEX), en la ciudad de México.
Foto vía: Animal Político
Una tragedia más que pasa en nuestro país, y que hasta el momento ha dejado 38 muertos y tiene a otras 19 personas aun hospitalizadas a casi dos semanas del suceso, según datos confirmados por la Secretaria de Salud.
La versión oficial comunicada por el procurador general de la Republica Jesús Murillo Karam, es que la explosión fue debido a una chispa producida por tres trabajadores que estaban dándole mantenimiento a los pilotes del complejo, donde existía una gran concentración de gas presuntamente metano.
Actualmente existen peritos norteamericanos, españoles, del Instituto Politécnico Nacional y de la UNAM, expertos en materia de estructuras colapsadas y explosivos, que afirman que la versión oficial es cierta, pero que el gobierno mexicano sea quienes los contrataran para determinar las causas del suceso nos dejan con la duda de si es así.
La desconfianza acerca de la versión oficial creció cuando el pasado 7 de febrero, durante la conferencia de prensa realizada por la Pemex para aclarar la situación, el perito Brian Dunagan, actual vicepresidente de Integridad Operacional Global una empresa británica SGS, tuvo muchas contradicciones cuando se le cuestionaba sobre el suceso, al no saber contestar de dónde salió el gas metano que originó la explosión y por qué estaba acumulado ahí.
Una de las probables causas de la explosión en el edificio B2 de Pemex es el uso de algún explosivo, pero todas las autoridades pertinentes niegan esto, poniendo como principal culpable a una supuesta acumulación de gas metano y una chispa provocada por trabajadores de mantenimiento.
Otro que también apareció en la conferencia de prensa fue Mauricio Chequer, quien es el director industrial en México de la firma británica, quien dio a conocer que parte de su análisis sobre la explosión y propuso tres causas probables para que llegara tanto metano al lugar: por el suelo, por una red hidrosanitaria, y finalmente por un ducto de gas natural que ya no opera desde hace año.
Esta no es la primera vez que Pemex está involucrado en un escándalo, debido a explosiones ocasionadas por sus ductos de transporte de gasolina, donde siempre culpan a la toma clandestina del líquido por parte delincuentes. También es bueno recordar que el 22 de abril de 1992 en Guadalajara explotaron las alcantarillas que contenían gasolina y dejaron 209 muertos, debido a que las autoridades pertinentes tardaron más de dos revisar las quejas ciudadanas y decidieron no evacuar la zona.
Las constantes contradicciones que se dan en los intentos de explicar las causas de la explosión de la torre B2 de Pemex, nos dejan con la duda por qué tiene que ocurrir estos sucesos, para que se revisen a fondo el funcionamiento correcto de los lugares, lo único seguro que nos deja esta experiencia es el luto que actualmente tienen 38 familias mexicanas.