La papa trajo desgracias

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Por: Vicente Ramírez

Todos en Atemajac de Brizuela conocen la desgracia de José Torres, saben que “Pepe” de 34 años agarró su enfermedad en las parcelas de papa que hay en la región.

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“El diagnóstico médico a la enfermedad de Pepe fue Encefalitis Viral. No teníamos seguro social y recibió atención en el Hospital Civil de Guadalajara; duramos allá cerca de tres meses, en ese tiempo su patrón nos apoyó con un poco de dinero, pero también ellos –sus patrones- se encargaron de desmentir los rumores que había aquí en el pueblo de que la enfermedad fue provocada por las grandes cantidades de fertilizantes químicos que se utilizan en las siembras de papa”: denunció su esposa Amalia quien estos diez años de enfermedad ha sacado adelante su hogar con 600 pesos semanales que le pagan por limpiar las cabañas que usan los turistas que visitan la sierra del sur de Jalisco.

Los rezagos en materia de salud, acceso a la vivienda digna, seguridad social, educación y empleo han obligado a los habitantes de Atemajac y de Tapalpa, a trabajar en las siembras de papa que se propagan en la región desde hace dos décadas: “sabemos los riesgos a los que nos enfrentamos por tanto químico que le tiran para que crezca de volada, pero el hambre es cabrona. Trabajar en la papa nos garantiza la comida en unos meses del año. El trabajo inicia con la siembra, después hay que fumigar y ahí ganamos 750 pesos a la semana trabajando más de 8 horas al día; donde nos va mejor es en la cosecha, nos pagan a 7 pesos cada arpilla de papa que llenes, ahí si le echamos ganas puedes ganar un poco más”: reconoció Imelda, una jovencita de 19 años, quien tiene este oficio desde los 11 años.

Nadie sabe quiénes son los empresarios que siembran, el ejido de Juanacatlán en el municipio de Tapalpa permite este tipo de cultivos: “sabemos que las siembras de papa contaminan la tierra, la matan, por eso hemos pedido a las personas que vienen a rentar nuestras tierras que las dejen descansar un año, y que no echen químicos tan fuertes porque hacen daño a la gente; ya hay varios casos de niños que nacieron mal, porque durante el embarazo alguno de sus padres anduvo trabajando en la papa”, reconoció un ejidatario de la comunidad de San Francisco quien pidió anonimato, además: “los ejidatarios aparte de rentar su tierra deben conseguir a la gente que trabaje en los diferentes procesos de la siembra” reconoció.

Los jornaleros de la papa nunca saben de dónde proviene el dinero que les pagan, nunca saben quién es la empresa que siembra, algunos de ellos compartieron que el producto que se cultiva en estas tierras se va para el norte del país, a Monterrey. Los jornaleros trabajan para el contratista o el ejidatario, es con él con quien se arreglan, él los manda y les paga, por tal motivo el único beneficio por su trabajo es su salario; no tienen seguro social ni ningún tipo de prestación como lo marca la ley. El día que se enferman como le pasó a Pepe y no pueden ir a trabajar, ese día no ganan.

En esta región del Sur de Jalisco se presentan elevados índices de pobreza, a pesar de la riqueza de recursos naturales, ésta sólo beneficia a algunos ciudadanos: “aquí en Atemajac de Brizuela treinta familias son las dueñas de los bosques, de las tierras, son los ricos. La gran mayoría vive en extrema pobreza, aquí las familias ya no pueden ir al bosque a juntar leña para el consumo de la casa ahora que el gas está tan caro, ellos deben pedir al dueño de la tierra que si les regala los palos” afirmó Arturo Ramírez párroco de Atemajac.

Según el Consejo Nacional de Evaluación de Políticas de Desarrollo Social (Coneval) en México 16.7 millones de personas que habitan en áreas rurales vivan en condición de pobreza; varios miles viven aquí en Atemajac de Brizuela un municipio donde es nulo el apoyo al campesino pobre, no existen políticas efectivas hacia las actividades agropecuarias para favorecer al sector de la población más amplio en este municipio y que presentan los mayores rezagos, los pequeños campesinos son pobres y dejan de sembrar para trabajar en las siembras de los dueños de las tierras.

La falta de empleos bien remunerados, con prestaciones y la ausencia de obra pública que generaría empleos para los habitantes, convierte al municipio en un potencial de mano de obra barata para los invernaderos que comienzan a instalarse en la región con prácticas de marginación laboral para sus trabajadores.

1 pensamiento sobre “La papa trajo desgracias

  1. No se vale esto que le hacen a la gente pero desgraciadamente pasa con frecuencia.

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