Indignados en el derecho a la ocupación
El efecto dominó generado por las movilizaciones sociales que se han dado en distintas partes del mundo, en conjunto con la crisis sistémica del capitalismo, se ha extendido y actualmente puede observarse en Nueva York, con el movimiento Occupy Wall Street.
La crisis económica que empezó el 2008 ha afectado a todo el mundo, aumentando las disparidades existentes en la población mundial. El 2011 fue catalogado como el año en que los estragos de tal crisis serían palpables, de manera que han sido muchas las vicisitudes que la sociedad ha tenido que sobrellevar. La falta de acciones concretas que mejoren la situación financiera global ha derivado en el ejercicio civil-democrático de las masas por buscar mejores oportunidades de empleo, vida, salud y seguridad.
Los movimientos de la crisis
Las manifestaciones en Túnez y Egipto desde el 2010 produjeron cambios internos en esos países, a la vez que fueron un claro ejemplo de la capacidad que tiene la sociedad organizada para exigir sus demandas por una mejor calidad de vida. La exigencia por gobiernos más democráticos, mejoras en seguridad social y médica así como en educación, fueron las motivaciones más significativas de las llamadas revueltas árabes.
Otro de los fenómenos que ha tenido gran impacto en el cuestionamiento del bienestar social es el de los Indignados del 15-M. Este grupo se manifiesta en España desde mayo de este año, exigiendo un gobierno democrático que represente y responda a las demandas de la sociedad española. El efecto de estas movilizaciones, en conjunto con la crisis sistémica del capitalismo, se ha extendido a distintas partes del mundo como Londres y Chile con el movimiento estudiantil. Actualmente los podemos observar en Nueva York, con el movimiento Occupy Wall Street (Ocupemos Wall Street).
Tomando el Distrito Financiero
El movimiento social Occupy Wall Street (OWS) se desprende de una serie de manifestaciones alrededor del mundo, influido directamente por las revueltas en Túnez y Egipto. Las movilizaciones del OWS iniciaron el 17 de septiembre de este año como respuesta a la convocatoria lanzada por la organización canadiense anti-consumismo Adbusters Media Foundation.Este grupo ha ocupado Zuccotti Park en el Distrito Financiero de la Ciudad de Nueva York, Wall Street.
El objetivo del OWS es hacer evidente la corrupción gubernamental que se da a través de la participación de las grandes empresas en los procesos democráticos del país. También busca hacer notar el papel de Wall Street en el desarrollo de la peor crisis, no sólo económica, sino sistémica que se haya registrado. Este movimiento constituido por el 99% de la población estadounidense pretende exponer al 1% más acaudalado que determina las reglas bajo las cuales se establecen las relaciones comerciales.
Esta movilización ha encontrado un gran número de seguidores en otras ciudades de Estados Unidos (EUA), demostrando así el descontento generalizado de la población, desempleada en un gran porcentaje. Además de mostrar la imposibilidad de la población para pagar sus préstamos educativos e hipotecarios dentro una serie de políticas financieras que tienden a la restricción de seguridad social y salubre.
Las oportunidades en las movilizaciones
Las movilizaciones sociales alrededor del mundo constituyen una respuesta directa a la incapacidad de las naciones para proponer soluciones concretas a la crisis sistémica internacional. Ni siquiera el grupo de los 20 países más desarrollados (G-20) ha sido capaz de alcanzar acuerdos que generen mejoras a la situación económica y aumenten la calidad de vida de las personas alrededor del mundo.
Es evidente la necesidad de generar mecanismos que permitan escuchar las demandas de la sociedad, de manera que se diseñen políticas que respondan sus necesidades junto con la reactivación de las actividades económicas. Si bien las movilizaciones han ocurrido en diversas regiones del mundo, en éstas podemos encontrar características en común, por ejemplo demandas sociales que exigen la creación de mejores oportunidades para desarrollar el potencial humano a través de la satisfacción sus necesidades básicas como educación, empleo y salud.
En México debemos estar atentos a los efectos nacionales de estos movimientos, en especial este 2012 que es año electoral en el país. Los candidatos deberán tomar en cuenta la existencia de este grupo social, desempleado y sin educación, cada vez más inconforme con las políticas sociales y lo programas de desarrollo nacional, que busca alternativas a su situación.
Publicación en Impreso
Número de Edición: 114
Autores: Miguel Castro Rodríguez
Sección de Impreso: Reflejo Internacional