Guía para la celebración dominical en familia (7 de febrero de 2021)
Les compartimos una guía para la celebración en familia, para el próximo domingo 7 de febrero. Ojalá les ayude.
Hacernos cargo de los enfermos
Celebración dominical de la Palabra en familia – 5º Domingo ordinario – 7 de febrero de 2021
Parroquia de Santo Niño Milagroso, en Huescalapa, Jal.
- Tener un altar con la Biblia abierta en Mc 1,29-39, el cirio encendido y flores. Una imagen de Jesús curando enfermos. Escribir en papeletas los nombres de las personas enfermas del barrio y la enfermedad que tienen. Un mapa de Jalisco con los siguientes datos: enfermos de Covid-19: 195,000; difuntos a causa del Covid-19: 8,500.
INICIO
CANTO: Gracias Mc 1,29-39.
(Se puede encontrar y descargar en YouTube: https://www.youtube.com/watch?v=Fp_4lk6Zgng).
PAPÁ: En medio de las medidas de prevención para evitar que siga creciendo el número de contagios de Covid-19, este domingo celebramos nuevamente como familia la Resurrección de Jesús. Hoy nos encontraremos con Jesús que, como signo del Reino, cura a muchos enfermos.
MAMÁ: Iniciamos En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
¿Qué vemos en el altar? ¿Qué nos hace pensar? ¿Qué estamos haciendo como comunidad con esas personas?
Para disponernos al encuentro con su Palabra, pidamos perdón a Dios por lo que dejamos de hacer por nuestros hermanos enfermos.
PAPÁ: Por nuestro egoísmo que no nos deja ver las necesidades de los hermanos: Señor, ten piedad.
MAMÁ: Por nuestra falta de generosidad: Cristo, ten piedad.
HIJOS/AS: Por nuestra falta de amor: Señor, ten piedad.
TODOS/AS: Dios todopoderoso tenga misericordia de nosotros, perdone nuestros pecados y nos lleve a la vida eterna. Amén.
PALABRA DE DIOS
PAPÁ: Vamos a leer y reflexionar el texto del evangelio de San Marcos que nos presenta a Jesús curando muchos enfermos. Nos preparamos para escucharlo, diciendo juntos tres veces: Jesús hizo suyas nuestras debilidades y cargó con nuestros dolores. Aleluya.
- Uno de los hijos toma la Biblia del altar y lee Mc 1,29-39 (Nota: si es necesario se lee otra vez).
Repasemos el texto del evangelio: ¿Cómo se encontraba la suegra de Simón? ¿Qué hizo Jesús con ella al saber de su enfermedad (tres acciones)? ¿Qué sucedió con la señora? ¿A quién le llevaron a Jesús cuando atardeció? ¿Qué hizo con todas aquellas personas? ¿Qué hizo Jesús antes de que amaneciera? ¿Qué le dijeron sus discípulos cuando lo encontraron? ¿Adónde los invitó a ir? ¿Para qué? ¿Qué hacía por toda Galilea?
MAMÁ: La enfermedad siempre tiene un rostro, incluso más de uno: tiene el rostro de cada enfermo y enferma, también de quienes se sienten ignorados, excluidos, víctimas de injusticias sociales que niegan sus derechos fundamentales.
PAPÁ: Ante la condición de necesidad de un hermano o una hermana, Jesús propone detenerse, escuchar, establecer una relación directa y personal con el otro, sentir empatía y conmoción por él o por ella, dejarse involucrar en su sufrimiento hasta llegar a hacerse cargo de él por medio del servicio.
HIJO: Una multitud silenciosa de hombres y mujeres —agentes sanitarios, voluntarios, trabajadores y trabajadoras, sacerdotes, religiosos y religiosas— han decidido mirar esos rostros, haciéndose cargo de las heridas de los pacientes; con profesionalidad, abnegación, sentido de responsabilidad y amor al prójimo han ayudado, cuidado, consolado y servido a tantos enfermos y a sus familiares.
HIJA: Como cristianos estamos llamados a ser misericordiosos como el Padre y a amar como Jesús a los hermanos enfermos, débiles y que sufren. Y no sólo de manera personal, sino también de forma comunitaria.
TODOS/AS: Una sociedad es tanto más humana cuanto más sabe cuidar a sus miembros frágiles y que más sufren, sobre todo si lo hace con eficiencia animada por el amor fraterno.
ORACIÓN Y BENDICIÓN
TODOS/AS: Señor, ayúdanos a cuidarnos unos a otros, especialmente a nuestros hermanos enfermos, y a hacerlo con amor fraterno, para que tu Reino de vida acontezca entre nosotros: Padre nuestro…
MAMÁ: Pidamos a Dios su bendición para que, unidos a Jesús y con la fuerza de su Espíritu, nos hagamos responsables de los enfermos de nuestro barrio.
TODOS/AS: El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna. Amén.
- Canto final: Gracias Mc 1,29-39.