Guía para celebración dominical de la Palabra en familia (19 de septiembre de 2021)
Les compartimos una guía para la celebración dominical de la Palabra en familia, para el próximo domingo.
Hacernos servidores de todos
Celebración dominical de la Palabra en familia – 25º Domingo ordinario – 19 de septiembre de 2021
Parroquia de Santo Niño Milagroso, en Huescalapa, Jal.
- Tener un altar con la Biblia abierta en Mc 9, 30-37, el cirio encendido y flores. Una imagen de Jesús en la cruz. Letrero: “Si alguno quiere ser el primero, que se haga el último de todos y el servidor de todos”. Fotos de personas sirviendo en la comunidad.
INICIO
CANTO: Servidor de todos (Se puede encontrar y descargar en YouTube: https://www.youtube.com/watch?v=g8cLSQkfUtE).
PAPÁ: Este domingo nuevamente como familia, Iglesia en la casa, damos gracias a Dios por la Resurrección de Jesús, su Hijo. En el Evangelio de hoy, Jesús anuncia por segunda vez a sus discípulos su pasión, muerte y resurrección, y nos invita a hacernos servidores de todos. Participemos con alegría en esta celebración.
MAMÁ: Iniciamos En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
¿Qué vemos en el altar? ¿Hay personas que sirven desinteresadamente a los demás? ¿Y nosotros?
Por no vivir el servicio a los demás, como Jesús lo vivió y nos enseñó, le vamos a pedir perdón a Dios (silencio).
TODOS/AS: Yo confieso…
PALABRA DE DIOS
PAPÁ: Vamos a escuchar el texto del evangelio. Mientras Jesús anunciaba a sus discípulos que iba a padecer, morir y resucitar, ellos discutían sobre quién era el más importante de todos. Escuchemos con atención la narración de san Marcos.
- Uno de los hijos toma la Biblia del altar y lee Mc 9, 30-37 (Nota: si es necesario se lee otra vez).
Volvamos al texto del evangelio: ¿Por qué Jesús no quería que la gente de Galilea supiera que iba pasando por allí? ¿Qué les decía a sus discípulos? ¿Ellos entendían lo que les decía? ¿Por qué no le preguntaron? ¿Sobre qué discutían por el camino? ¿Cuál fue la enseñanza de Jesús a los Doce? ¿Qué hizo con un niño (tres cosas)? ¿A quién recibe el que recibe a un niño en nombre de Jesús? ¿A quién más recibe?
PAPÁ: Mientras iban camino a Jerusalén, Jesús les anunció por segunda vez a sus discípulos su muerte y resurrección. Este es el camino por el que nos invita a seguirlo siempre, pero le huimos; nos hacemos como sus discípulos, que tenían miedo preguntarle sobre su muerte; como que no les gustaba.
MAMÁ: Pero tampoco les interesaba. Ellos pensaban como los hombres y no a la manera de Dios. Por eso, mientras Jesús les anunciaba su cruz y su resurrección, ellos peleaban por ser, cada uno, el más importante en el grupo. Esto también nos pasa hoy: queremos ser más que los demás, estar por encima de los demás, tenerlos a nuestro servicio en lugar de servirlos.
HIJO: El único puesto al que debe aspirar todo discípulo de Jesús es el de servir a todos. La única forma de ganar la vida es perdiéndola por los demás, sirviéndoles con gratitud.
HIJA: Para que la enseñanza sobre el servicio les entrara también por los ojos, Jesús puso a un niño en medio de ellos. Aquel niño representa a los pobres, a los que nada valen para la sociedad, a los desechados. Ellos son a quienes hay que servir para ganar la vida.
TODOS/AS: Si alguno quiere ser el primero, que se haga el último de todos y el servidor de todos.
ORACIÓN Y BENDICIÓN
TODOS/AS: Bendito seas, Padre santo, por Jesucristo tu Hijo, nuestro hermano.
PAPÁ: Jesús ha cambiado de raíz los valores del mundo. Para Él, es primero la verdad que el halago, el servicio que el poder, la justicia divina que las leyes humanas, la pobreza que el dinero, el amor que la fuerza.
MAMÁ: Padre, vivimos en un mundo de fuerza, competencia y violencia, y no en un orden de misericordia y comprensión, de paz y justicia. Seguimos codiciando los puestos importantes y no aspiramos a ser servidores.
HIJO: Te damos gracias, Padre, porque Jesús, tu Hijo, está en medio de nosotros como el que sirve, lo da todo y se entrega hasta la muerte para indicarnos el camino y el estilo de vida que nos lleva a Ti.
HIJA: Padre bueno, envíanos tu Espíritu, que nos ayude a quitar las contradicciones de nuestra vida, a valorar y acoger a los hermanos, a ser sencillos y sinceros con todos, cercanos a los pequeños, comprensivos y serviciales con todos.
TODOS/AS: Padre nuestro…
MAMÁ: Terminemos nuestra celebración, pidiendo a Dios su bendición.
TODOS/AS: El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna. Amén.
- Canto final: Servidor de todos.