Depresión juvenil, un grito de alerta

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La depresión juvenil es un padecimiento que se presenta en los jóvenes cuando experimentan los cambios físicos y hormonales que afectan los estados de ánimo. Si la depresión no es tratada a tiempo puede traer consecuencias graves, inclusive el suicidio.

Uno de los problemas de salud pública más evidente al que se enfrenta la sociedad en la actualidad es la depresión, un padecimiento que de no ser detectado a tiempo y tratado adecuadamente puede traer consecuencias muy graves.

La psicóloga Teresa Magaña, experta en terapia juvenil, en entrevista nos comenta:

“la depresión es el estado de ánimo recurrente en el que una persona presenta tristeza, desánimo, enojo, o apatía por las actividades que cotidianamente realiza; aislándose del núcleo familiar o círculo social e incluso presentando conductas antes no vistas”.

La depresión es una enfermedad y como tal se tiene que tratar; para hacerlo hay que diagnosticarla adecuadamente por un especialista, ya que si no se trata, puede traer consecuencias que van desde un estado depresivo continuo, conductas violentas e incluso el suicidio.


Psicóloga Teresa Magaña

Este padecimiento no discrimina, se puede presentar en todas la etapas de la vida, desde que se es niño, adolescente, adulto y mayor; pero obviamente la más común es la que se presenta en la adolescencia, llamada depresión juvenil.

Depresión juvenil. Es aquella que se manifiesta entre los 14 y 19 años de edad y es más común de lo que se piensa. Es la etapa donde el adolecente está creciendo, convirtiéndose en hombre o mujer y obviamente está pasando por los cambios físicos y hormonales que pueden afectar su estado de ánimo, aunado a las presiones sociales, emocionales, la independencia de los padres y las relaciones sociales que van creando; estas etapas de depresión son normales en todos los jóvenes por los mismos cambios que van experimentando, en condiciones normales estos estados suelen durar poco tiempo, aproximadamente dos semanas y el joven comienza a adaptarse al entorno.

En la adolescencia es normal que los chicos experimenten cambios de un día para otro, que estén tristes y luego alegres, que lloren y se emocionen, sin embargo, hay que estar alerta a que éstos estados no sean permanentes, es decir, que duren más de dos semanas o que se estén presentando persistentemente, ya que serían indicios de que existe un problema de salud que puede traer consecuencias.

Son muchos factores los que actualmente causan la depresión, primordialmente el estrés, la ansiedad, el ritmo de vida, las exigencias sociales y educativas, los círculos sociales y el ambiente, pérdidas sentimentales, como el romper con el novio o novia, el consumo de algunas drogas y el más común, los problemas en los núcleos familiares: divorcios, pérdidas familiares o de amigos, separaciones, y la violencia en todos sus géneros.

Actualmente el 90 % de los adolecentes tiene problemas familiares, o vive en familias disfuncionales, los problemas entre adultos “Padres” los resuelven involucrando a los hijos. La pérdida de valores e identidad con la familia está causando depresión, conductas violentas y agresivas, estas conductas se manifiestan en depresión, criminalidad, pandillerismo y hurto, fenómenos sociales que todos los días se experimentan y que al final de cuentas traen consecuencias críticas para el joven como la cárcel o la muerte.

Las conductas más comunes que se deben tomar en cuenta para identificar si un adolecente sufre depresión son:

La falta de interés por las cosas que hacia cotidianamente, como salir con amigos, ir a la escuela, practicar deportes, entre otras cosas; la pérdida o aumento de peso significativo es otro estado de alerta; la alteración de los estados del sueño, que no duerma o que duerma en demasía, que no se concentre, irritabilidad, o estado depresivo profundo, aislamiento, autoestima baja o sentimientos de insignificancia.
Otro indicativo que algo está sucediendo es que el adolecente haga comentarios acerca de la muerte, ya sea que le de curiosidad o temor, o que sienta el temor de perder a alguien de la familia por esta causa, éste es un síntoma muy evidente que no se debe dejar pasar por alto.

Diagnóstico de la depresión. Como ya se ha mencionado, si los síntomas anteriores son constantes por más de dos semanas, se puede referir que se trata de un problema de salud, para poder determinar si es depresión, es necesario consultar al médico y después al especialista “terapeuta o psicólogo”, si lo recomienda el médico familiar, para descartar algún otro padecimiento como hipotiroidismo, problemas renales, consumo de fármacos, marihuana, alcohol o trastornos de ansiedad; ya que algunos de los síntomas son similares.

Cuando se ha diagnosticado la depresión las personas deben de ser atendidas por el especialista que recomendará el tratamiento clínico adecuado.

Consecuencias de la depresión. Si la depresión no se trata a tiempo puede traer consigo diversas problemáticas que imposibilitan al joven a llevar un desarrollo y una vida normal. Algunos adolescentes pueden padecer depresión durante toda su vida, convirtiéndose en crónica, y el resultado es una vida de insatisfacciones y frustraciones; o se convierte en depresión profunda en casos muy agudos que lo imposibilitan socialmente; y por último la más grave de las consecuencias, conducirlo al suicidio.

Lamentablemente el suicidio se ha convertido en la segunda causa de muerte en jóvenes en México, la primera son los accidentes automovilísticos; esto referencia un problema de salud pública que debe tratarse como tal.

En la actualidad el ambiente social en el que se desarrolla el joven o adolescente influye a que este padecimiento sea más evidente, pues vive sumergido en una atmósfera violenta, con problemas económicos y sociales que marcan su desarrollo, esto aunado a que los medios de comunicación influyen constantemente bombardeando con publicidad que busca cubrir estándares sociales y estereotipos, “sino tienes”, “sino eres”, “no perteneces”. Esto conlleva a que exista discriminación o separación social lo que trae como resultado la búsqueda de un grupo donde se identifique y se sienta incluido, llevando al joven a experimentar nuevas formas de amistades o de peligros en búsqueda de la satisfacción o aceptación.

¿Dónde pueden conseguir ayuda?
Existen muchos medios en la actualidad para informarse y documentarse sobre esta problemática. Internet es un medio donde se puede encontrar información y orientar sobre este padecimiento, las instituciones públicas también son una fuente segura de ayuda, el DIF, el Centro de Salud, el Hospital Regional, todas en su haber tienen el servicio profesional de orientación en estos casos, y se puede solicitar información y ayuda de manera gratuita o con una cuota baja de recuperación.

También en todas las escuelas cuentan con un psicólogo u orientador, que puede ayudar a orientar a los padres o directamente al joven.

Es muy importante que la familia esté al tanto de lo que les pasa a sus hijos, el tiempo de calidad es fundamental para darse cuenta que algo está sucediendo, identificar a los amigos, construir relaciones de apoyo entre los padres, los hijos y hermanos es un paso que será esencial para que los conozcamos y ellos confíen para contar sus problemas.

Aunque es muy difícil que un joven o adolecente reconozca que necesita ayuda, es tarea de los padres, maestros ó amigos, identificar que algo está sucediendo en su comportamiento o conducta para poder ayudarlo inmediatamente y canalizarlo, para esto es necesario que recordemos que en la familia el dialogo es fundamental, hacerle sentir al joven que es querido y apreciado, ya que la inestabilidad emocional está ligada a este padecimiento y por tanto se necesita una red de apoyo donde el pueda dirigirse sin temor a ser juzgado o rechazado.

Recomendaciones para los jóvenes. Es importante que los jóvenes no tengan temor de acercarse a sus padres, maestros o amigos y les comenten que algo está pasando en ellos y que necesitan ayuda; reconocer los síntomas es muy importante ya que es el primer paso para encontrar una solución.
Recomendaciones para los padres de familia. Es muy importante que los padres hagan conciencia, que les den tiempo de calidad a los hijos, que los conozcan, pues si no los conocen, no saben su estado de ánimo normal y por tanto no pueden identificar que necesitan ayuda o padecen un problema. Es de vital importancia que los padres sean amigos de sus hijos y que se busque la comunicación en todo momento.

Lo más importante es no dejar solos a los hijos, no dejar al lado las alertas de suicidio, pues el joven que lo manifiesta evidentemente necesita ayuda, es fundamental que se identifiquen los síntomas a tiempo, que los diferencien de los problemas normales de la adolescencia.

No se debe olvidar que la familia es la base de la sociedad, reforzar los lazos familiares es el primer paso que se debe de dar, aun si son familias disfuncionales o separadas, para poder brindar ayuda.

En conclusión la psicóloga Teresa menciona: La función de la familia es dar sentido de amor, pertenencia, protección y seguridad a los hijos, las redes de apoyo como las escuelas y la sociedad e instituciones, también son muy importantes para poder detectar a tiempo cualquier situación de peligro o alerta; aunque se viva en la actualidad en una sociedad individualista y egoísta donde solo importan el bien del propio individuo, es necesario que se retomen los valores como la solidaridad, el respeto, el amor al prójimo y a la familia; para que cada uno cumpla con su función y así crear un ambiente social donde el joven se sienta incluido y estimado, respetado a pesar de sus ideas y necesidades.

Publicación en Impreso

Número de Edición: 110
Autores: Ruth Barragán y Mónica Barragán
Sección de Impreso: Remedios de mi Pueblo

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