Homilía para el domingo de Pentecostés 2017
El Espíritu es para la misión
Este domingo celebramos la fiesta del comienzo de la Iglesia, llamada Pentecostés. La Iglesia es misionera por naturaleza y desde su origen, como acabamos de escuchar. Al recibir el Espíritu Santo, los discípulos y discípulas –ahí estaba la Virgen María– comenzaron a predicar el evangelio, a anunciar el Reino de Dios, a proclamar las maravillas de Dios, como narra el libro de los Hechos de los Apóstoles. La reflexión sobre nuestra condición misionera nos ayudará a prepararnos para recibir sacramentalmente a Jesús en el momento de la Comunión.