Homilía para el domingo de Pentecostés 2019
El don del Espíritu
La fiesta que celebramos hoy es la del cumplimiento de la promesa que Jesús hizo a sus discípulos durante la Última Cena. Él prometió enviar, junto con su Padre, al Espíritu Santo, como acabamos de escuchar en el texto del Evangelio. Este don sucedió en la fiesta judía de Pentecostés, que era la de las cosechas. Antes de su Ascensión, Jesús les pidió no alejarse de Jerusalén hasta que recibieran la fuerza de lo alto. Lo escuchamos el domingo pasado. Y les dijo para qué la iban a recibir: para ser sus testigos, comenzando por Jerusalén hasta llegar a los últimos rincones de la tierra.