Homilía para el 2º domingo de Pascua 2020
El Resucitado nos impulsa a ser sus testigos
Los discípulos estaban encerrados por miedo a los judíos, después de lo que había pasado con Jesús tres días antes: había muerto en la cruz y lo habían sepultado. Nosotros estamos encerrados –se supone–, como prevención ante la epidemia del Coronavirus, por eso estamos viviendo esta celebración dominical unidos a través de la red. En ambas situaciones, Jesús resucitado se hace presente para comunicar su paz, devolver la alegría, la esperanza y la razón de seguirlo en su camino.