Homilía del 3er domingo ordinario 2011
El pueblo que yacía en tinieblas vio una gran luz (Mt 4, 16). Con estas palabras tomadas del profeta Isaías, y además proclamadas en la primera lectura de hoy, el evangelista san Mateo explica lo que significó la acción de Jesús en Galilea y sus alrededores: se convirtió en luz para todos los pueblos de la tierra. Quien es iluminado por Jesús, como Él tiene que convertirse en luz para los demás, por lo que cada bautizado tiene la obligación de iluminar la vida del mundo.