Página Diocesana

Información acerca de la Diócesis de Ciudad Guzmán.

Homilía del domingo de la Santísima Trinidad 2011

“Tanto amó Dios al mundo”

Textos: Ex 34, 4-6. 8-9; 2 Cor 13, 11-13; Jn 3, 16-18.

“Tanto amó Dios al mundo” (Jn 3, 16). Con esta expresión describe Jesús a su Padre. Pone el acento en el amor de Dios y en el modo de manifestarlo a la humanidad. Lo mismo sucede en las otras dos lecturas proclamadas: Dios aparece como amor. Y para hacer presente ese amor es necesaria la respuesta de las personas. Hoy, domingo en que celebramos el día del Padre, la Palabra de Dios nos ilumina en relación al servicio que los papás tienen para con sus hijos.

Homilía del domingo de Pentecostés 2011

“Reciban el Espíritu Santo”

Textos: Hch 2, 1-11; 1Cor 12, 3-7. 12-13; Jn 20, 19-23.

“Reciban el Espíritu Santo” (Jn 20, 22), dijo Jesús a sus discípulos, después de saludarlos con el deseo de la paz y enviarlos a la misión. Les comunicó el Espíritu Santo para que fueran a misionar. Esto sucedió el mismo día de la Resurrección por lo que el don del Espíritu es un don pascual. Hoy domingo de Pentecostés, como en aquel domingo, Jesús se hace presente en esta asamblea para confirmar la presencia de su Espíritu entre nosotros y reenviarnos a la misión.

Homilía de la solemnidad de la Ascensión 2011

“Enseñándolas a cumplir todo cuanto yo les he mandado”

Textos: Hch 1, 1-11; Ef 1, 17-23; Mt 28, 16-20.

“Enseñándolas a cumplir todo cuanto yo les he mandado” (Mt 28, 19). Esto que escuchamos en el texto del Evangelio es esencial en la misión que Jesús encomendó a sus discípulos antes de regresar al Padre. Hoy, que celebramos la solemnidad de la Ascensión de Jesús, se nos recuerda esa encomienda del Señor y, por lo mismo, se nos da la oportunidad de revisar qué tanto estamos realizando esa tarea en nuestra vida ordinaria, tanto en la familia como en la comunidad.

Homilía del 6º domingo de Pascua 2011

“No los dejaré desamparados”

Textos: Hch 8, 5-8. 14-17; 1Pe 3, 15-18; Jn 14, 15-21.

“No los dejaré desamparados” (Jn 14, 18), les promete Jesús a sus discípulos durante la Última Cena, cuando se está despidiendo de ellos. Hasta entonces Él había sido el Paráclito para sus discípulos y discípulas. Luego el Padre les enviará al otro: “yo le rogaré al Padre y él les dará otro Paráclito para que esté siempre con ustedes” (v. 16), dice Jesús. Y señala quién será: “el Espíritu de la verdad” (v. 17). Jesús se comprometió, pues, a pedir al Padre el Espíritu Santo.

Homilía del 5º domingo de Pascua 2011

“No pierdan la paz”

Textos: Hch 6, 1-7; 1Pe 2, 4-9; Jn 14, 1-12.

“No pierdan la paz” (Jn 14, 1). Estas palabras que Jesús dijo a sus discípulos durante la Última Cena, son también para nosotros. A ellos se las decía antes de su partida al Padre, con quien se identificó plenamente; a nosotros nos las dice ante la situación de violencia creciente que vivimos en nuestro ambiente, desde las familias hasta el nivel nacional y mundial. La Palabra de Dios nos invita hoy a acercarnos a Jesús, a escucharlo, creer en Él y tomarlo como camino.

Homilía del 4º domingo de Pascua 2011

“Yo soy la puerta de las ovejas”

Textos: Hch 2, 14. 36-41; 1Pe 2, 20-25; Jn 10, 1-10.

“Yo soy la puerta de las ovejas” (Jn 10, 7). Con estas palabras Jesús nos indica uno de sus servicios de Buen Pastor. Se presenta como puerta para sus ovejas. Esta comparación nos lleva a descubrir la grandeza de su persona y, a quienes tenemos la responsabilidad de conducir a otras personas, nos ayuda cuestionarnos si estamos viviendo bien nuestro servicio. Con este ejemplo, que implica la donación total por el bien de los suyos, Jesús se muestra como pastor.

Homilía del 3er domingo de Pascua 2011

Entró para quedarse con ellos

Textos: Hch 2, 14. 22-33; 1Pe 1, 17-21; Lc 24, 13-35.

Entró para quedarse con ellos (Lc 24, 29), nos dice san Lucas. Jesús aceptó la invitación de los discípulos de Emaús. Se quedó con ellos, pero no solo para pasar la noche sino para siempre. Este es el sentido de la expresión del evangelista. Ellos habían caminado con un forastero, no con Jesús; habían visto a Jesús aunque sin reconocerlo, lo habían oído por el camino mas no lograron escucharlo, lo invitaron a quedarse por una noche y no para el resto de su vida.

Homilía del domingo de Pascua 2011

Fueron a ver el sepulcro (Mt 28, 1). Esto hicieron María Magdalena y la otra María al amanecer del domingo. No se imaginaban lo que contemplarían. Ciertamente miraron el sepulcro, pero abierto. También al ángel, sentado sobre la piedra que estuvo tapando la entrada al sepulcro. Pero lo más importante fue ver a Jesús. Ya el ángel les había dado la noticia de que estaba resucitado y las había enviado a dar la noticia a los demás. Y Jesús les salió al encuentro (v. 9).