Homilía para el 2º domingo de Cuaresma 2019
Bajar del monte para ir a la cruz
El monte es lugar de encuentro con Dios. Ahí se encontraba Jesús cuando se transfiguró. También el desierto es espacio para el encuentro con el Señor, pero en otro sentido. Antes de comenzar su misión, como escuchamos hace ocho días, Jesús se fue al desierto a prepararse durante cuarenta días, con la oración y el ayuno; al final fue tentado para que no llevara buenas nuevas a los pobres, y salió adelante. En el Monte Tabor estaba orando para tomar fuerza y continuar su misión, pues le esperaba la cruz. Poco antes de subir, les había anunciado a sus discípulos su pasión, muerte y resurrección en Jerusalén. Necesitaba la fuerza de Dios para seguir adelante en su camino.