Homilía para el día de San Pedro y San Pablo 2014

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¿Quién es Jesús?

SPedro y SPablo A 14

Nos hemos reunido como Iglesia para la celebración dominical de la Eucaristía. Nada más que con la novedad de que este domingo es 29 de junio, día de la Fiesta de los santos apóstoles Pedro y Pablo. Por eso, los textos bíblicos que se han proclamado nos dan testimonio de estos dos pilares de la Iglesia primitiva y modelos para la Iglesia de nuestros días. Con su vida, y sobre todo con su martirio, ellos respondieron a la pregunta que Jesús hizo a sus discípulos.

¿Quién es Jesús?

Textos: Hch 12, 1-11; 2 Tim 4, 6-8. 17-18; Mt 16, 13-19.

SPedro y SPablo A 14

Nos hemos reunido como Iglesia para la celebración dominical de la Eucaristía. Nada más que con la novedad de que este domingo es 29 de junio, día de la Fiesta de los santos apóstoles Pedro y Pablo. Por eso, los textos bíblicos que se han proclamado nos dan testimonio de estos dos pilares de la Iglesia primitiva y modelos para la Iglesia de nuestros días. Con su vida, y sobre todo con su martirio, ellos respondieron a la pregunta que Jesús hizo a sus discípulos.

Dice san Mateo que Jesús preguntó sobre lo que se decía de Él entre la gente; y luego devolvió la misma pregunta a sus discípulos. Esa pregunta es para nosotros hoy. La gente lo identificaba con un profeta; seguramente así lo decían por su estilo de vida, por su modo de vivir, por su predicación, por su testimonio. ¿Qué tal que así nos vieran a nosotros, que fuimos consagrados profetas en el Bautismo? ¿Sí dirá la gente que somos profetas? Creo que no.

Un profeta habla de Dios, comunica el mensaje que Dios le ha encomendado, vive en la austeridad, no tiene lujos, denuncia situaciones de injusticia, llama a la conversión, colabora a la construcción del Reino. Esto lo hace porque se encuentra con Dios y lo escucha, acomoda su vida a lo que Dios pide. Pero también un profeta sufre calumnias, es perseguido y condenado a muerte, como consecuencia de su predicación. Todo esto veía la gente en la persona de Jesús.

Cuando devolvió la pregunta a sus discípulos, los confrontó. Ellos lo iban acompañando día a día, estaban viviendo su experiencia de seguimiento y tenían muchos más elementos que el resto de las personas que decían que era un profeta. Pedro expresó la respuesta de ellos y le dijo que era el Mesías, el Hijo de Dios vivo. En parte era lo que iban descubriendo de Jesús pero, como dice el mismo Jesús, era principalmente una revelación de Dios a Pedro y a los demás.

Solamente que faltaba la mejor confesión de Pedro en relación a Jesús. No era solo eso que dijo de palabra, porque enseguida se desdijo, cuando Jesús les anunció que iba a padecer, a morir y que resucitaría; Pedro lo reprendió diciéndole que eso no le debería suceder. Después lo negaría, durante la noche de la Pasión. Por lo que escuchamos en la primera lectura, estaba confesando a Jesús con su vida, identificándose con Él en la persecución, la cárcel y el juicio.

Por su parte, Pablo, aunque Jesús no le preguntó directamente que decía de Él, lo estaba reconociendo y confesando con su vida. Andaba anunciando lo que antes negaba y perseguía. Sabemos que perseguía y llevaba a la cárcel a quienes hablaran de Jesús de Nazaret y confesaran que era el Hijo de Dios. Esto era lo que anunciaba, confesaba y defendía, sobre todo entre los paganos, pero también en las sinagogas de los judíos. Por eso esperaba la corona merecida.

La respuesta a la pregunta sobre quién es Jesús no se dice solamente de palabra y mucho menos repitiendo de memoria una fórmula aprendida. La respuesta se da con el testimonio de vida, como los Apóstoles que celebramos hoy. Ellos murieron martirizados –torturados, en la práctica inhumana y el lenguaje de nuestros días– por dar testimonio de Jesús, por predicar su mensaje, por defender que es el Mesías, el Hijo de Dios, el Señor. ¿Nos parecemos a ellos?

¿Qué tanto hemos ido conociendo a Jesús? ¿Cómo estamos haciendo la experiencia de encuentro con Él? ¿Cómo lo estamos siguiendo? ¿Qué hemos ido aclarando de su vida, de su persona, de su proyecto del Reino? ¿Quién es Jesús para nosotros? ¿Qué respondemos? Hoy nos encontraremos con Jesús en la Eucaristía. Dispongámonos a recibirlo sacramentalmente para salir a testimoniarlo con nuestra palabra y con toda nuestra vida, como San Pedro y San Pablo.

29 de junio de 2014

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