Sentido común en tiempo de pandemia
Por: Rosa Eugenia García Gómez
El sentido común es el que nos dicta de acuerdo a la lógica, al conocimiento del entorno, a la experiencia y la ética, cómo debemos actuar. Es algo así como la practicidad y la conciencia que luego de una serie de concesiones internas se ponen de acuerdo y en cuestión de nanosegundos nos dicen cómo hemos de resolver asuntos cotidianos.
Si se cae una manzana al piso de nuestra casa, el sentido común nos dice que hay que volver a lavarla para llevarla a la boca. Si la manzana se cae a una barranca mientras paseábamos, el sentido común nos dice que nos olvidemos de ella pues no vale la pena arriesgarnos a sufrir un accidente por ir a buscarla.
Así es, el sentido común nos ayuda a resolver asuntos cotidianos y nos permite analizar situaciones más complejas para la supervivencia.
Desgraciadamente existe una frase muy conocida surgida de la experiencia humana de que en ocasiones el sentido común… es el menos común de los sentidos.
Hoy que estamos en pleno pico de contagios en nuestra región y que nuestras autoridades estatales y nacionales decidieron la apertura de los giros comerciales secundarios, nos lanzan mensajes de que cada quien se haga responsable de sus actos y que recuperemos la libertad con precaución con un decálogo de buenos consejos dignos de un líder carismático que aplica lecciones de “coaching”, lo que están haciendo es empujándonos a poner en práctica más que nunca el sentido común.
Pero como dije, el sentido común se alimenta de experiencias, lógica y ética, todos ellos conocimiento fruto de la información acumulada. Por eso es importante primero nutrirnos de información adecuada para luego escuchar atentamente nuestra conciencia y poner en práctica acciones que en tiempos de pandemia preservan nuestra salud, la de nuestra familia y la de los demás.
Hoy el sentido común nos dicta, así como lo explicara el Premio Nobel de Química, el Dr. Mario Molina, que el uso de cubrebocas sí nos protege en un alto porcentaje de contraer la enfermedad pero solamente si lo traemos todos: el que es portador asintomático sin saberlo y quien está sano y está cerca de él o ella. Porque claro, damos por sentado que quien tiene la enfermedad está resguardado debidamente esperando su recuperación.
Por eso, es una total falta de sentido común andar por la calle, en las tiendas de abarrotes y en cualquier otro lugar donde hay más personas sin cubrebocas, eso nos expone a todos.
Hoy que día a día continúan aumentando las cifras de contagios que ya son comunitarios en nuestra región, debemos hacer caso a la experiencia, la conciencia, la lógica, y si no al sentido común, sí por favor, al sentido de supervivencia.
Rosa Eugenia García Gómez
Coordinadora de la Licenciatura de Periodismo en el Centro Universitario del Sur de la Universidad de Guadalajara.