Racismo estructural
Por: Rosa Eugenia García Gómez
Cuando creemos que el avance del reconocimiento a los derechos humanos es tal que el respeto al otro se entiende y se vive con fluidez, la realidad nos arroja evidencias de retroceso que ni la sociedad de la información y el conocimiento con todo su poder omniabarcador puede remediar.
En Estados Unidos el asesinato de George Floyd por un policía, que lo asfixió mientras lo contenía, removió el dolor social bajo la cicatriz de un aparente avance de respeto a las demás personas sin importar las diferencias físicas.
El racismo existe de manera estructural y el discurso del presidente de aquel país lo ha exacerbado, además de otros antivalores como la violencia y la imposición de una mal entendida justicia por la fuerza. El mandatario dice lo que piensa y el filtro de la diplomacia, ni el del sentido común, lo ha detenido de enviar a las fuerzas policiales el mensaje de mano dura contra los manifestantes.
“Quien siembra vientos cosecha tempestades” dice la voz de la sabiduría y la experiencia, certeza que Trump no podrá ocultar con mensajes de texto, y mucho menos comparándose con el presidente que abolió la esclavitud en aquel país cuando dijo en su cuenta de twitter que «mi administración ha hecho más por los derechos de la comunidad negra que ningún otro presidente desde Abraham Lincoln”.
El horno social mundial está produciendo bollos quemados y rancios. Y una muestra de ello es lo sucedido en el país más poderoso y rico del mundo, el que lleva más de 100 mil muertos por la pandemia de coronavirus, donde en los últimos días más de 45 millones de personas viven en toque de queda por los disturbios, donde su dirigente nacional les dice a los encargados de proveer la seguridad pública que han sido débiles con los manifestantes y los incitó a perseguirlos y encerrarlos hasta por 10 años en la cárcel, pues consideró que ésa es la solución.
Rosa Eugenia García Gómez
Coordinadora de la Licenciatura de Periodismo en el Centro Universitario del Sur de la Universidad de Guadalajara.