Desde el frente

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Ángel Ríos es un médico que lleva 15 de sus 45 años, como cirujano en el Seguro Social en la clínica de Ciudad Guzmán. Comparte su testimonio en estos tiempos de pandemia

Por: Alonso Sánchez

26 agosto 2020 (año de la pandemia)

A estas alturas el número de días que el mundo lleva sumergido en la pandemia provocada por el Covid-19 han dejado de contarse con paciencia. Al principio solo sería cinco días que se podían contar con los dedos de una sola mano. El mundo veía el anuncio de la enfermedad global con mucho escepticismo, como a un virus que se iba a poder controlar en una semana. A más de cinco meses el coronavirus continúa cobrando vidas en el mundo.

El fin de semana del 22 de agosto, México superó las 60 mil muertes confirmadas, un panorama catalogado meses atrás como “muy catastrófico” por Hugo López-Gatell Ramírez, subsecretario de prevención y promoción de la salud del gobierno federal. Además los infectados sobrepasaron los 500 mil pacientes, así mismo se han recuperado casi cuatrocientas mil personas.

La situación de la pandemia ha venido a cambiar el ritmo de vida del personal de salud que día a día está en la línea del frente de la batalla contra el enemigo invisible. José Ángel Ríos Chávez, médico cirujano del Instituto Mexicano del Seguro Social con quince años de experiencia en el hospital de zona número 9 ubicado en Ciudad Guzmán, Jalisco, compartió con el equipo de El Puente lo que ha representado vivir una de las peores crisis sanitarias en los últimos cien años.

La jornada de trabajo habitual para Ángel Ríos y sus compañeros del hospital en un periodo ordinario es de seis horas. En su turno entran a las 7:30 de la mañana y salen a las dos de la tarde. Sin embargo ahora con las adecuaciones para el tratamiento de pacientes de coronavirus mencionó que “en el área de Covid a veces se retrasa la entrada porque no hay uniformes, porque no están listos. A veces entramos a las 9 de la mañana con esos pacientes y la salida es alrededor de la una de la tarde”.

Para poder entrar al área asignada para los pacientes con coronavirus, el personal de salud utiliza una vestimenta especial que consiste en “botas, un overol blanco que cubre todo el cuerpo, mascarilla, googles, cubreboca, guantes, y aparte de todo eso va otra bata encima. Digo yo cuando me toca entrar que me voy a vestir de astronauta”.

Pero ¿Cuáles son las actividades más frecuentes que se tienen en el hospital durante esta pandemia?

“Los cambios han sido graduales. Anteriormente eran específicamente las funciones como cirujano, el quehacer diario digamos. Llegar, pasar visita a los pacientes hospitalizados, hacer consultas y otros días operar. Todo marchaba en ese orden desde que ingresé al instituto, hace 15 años, en 2005. Ahora con la pandemia hubo un cambio en las actividades, lo primero que cambió fue la suspensión de la cirugía programada. Se tenían consultas pero no se programaban operaciones.

“Después hubo otro cambio, la suspensión completamente de la consulta. Con esto ahora no tenemos ni cirugías programadas ni consultas. Se sigue atendiendo urgencias, las cuales se pasan a quirófano solo si es completamente necesario, o si se necesita hospitalización se pasa al área general de hospital. Pero se trata de solucionar la urgencia y de enviar al paciente a casa. La intención es que el paciente pase la menor cantidad de tiempo hospitalizado, dado que el lugar está en proceso de conversión a Covid.

“Nos hemos, más bien dicho, nos han puesto en diferentes grupos para la atención en el área de Covid. Aquí ya no importa si eres cirujano, traumatólogo, médico de urgencias o de cirugía interna. Aquí ya estamos atendiendo por igual a lo que son pacientes con Covid que requieren hospitalización. No hay un especialista digamos en Covid”.

Los médicos que pudieran ser especializados para la atención de personas hospitalizados por Covid son los internistas, pues ellos se dedican a atender enfermedades de los adultos mayores, y también los anestesiólogos que por su especialidad saben o realizan con más frecuencia intubación de pacientes o manejo de ventiladores y trato con pacientes críticos, comentó.

Según el reporte del sábado 22 de agosto, día que se superó los sesenta mil muertos por la pandemia en México, se contabilizó que 64% de las camas de hospitales en México estaban disponibles, así como el 62% de camas con ventilador. Ante esto el panorama en lo local se ve con otros ojos. En el IMSS de Ciudad Guzmán se adaptaron en una primera etapa treinta camas para los pacientes de Covid, alrededor del 35% de las poco menos de cien camas que hay en existencia, y de estas solo se tiene un ventilador por cada diez camas. Además están en proceso de adaptar otras treinta o cuarenta camas más para la atención de pacientes con coronavirus.

¿Cuentan con los recursos necesarios para la atención de pacientes de Covid-19?

“Podríamos decir que hay deficiencia primeramente en cuanto a personal. Algunos compañeros se encuentran incapacitados, otros ya han sido hospitalizados, otros más lamentablemente han perdido la vida por esta enfermedad. El personal que tiene obesidad mórbida, diabetes, médicos con hipertensión pues no están laborando en estos momentos. Van al hospital pero no se están integrando al área Covid.

“En lo que es medicamento en eso sí tenemos cobertura. Sí hay medicamentos, al menos el nivel que manejamos aquí, que es el segundo nivel de atención. Ya el tercer nivel son otros medicamentos y eso no compete a nuestra área. Lo que tenemos deficiencia es de ventiladores, contamos en el instituto con tres ventiladores en el área Covid, lo que es insuficiente».

“Cuando un paciente requiere ser intubado se envía a Guadalajara o a otra clínica porque prácticamente los ventiladores se encuentran ocupados todo el tiempo. Se desocupan porque los pacientes mejoran o porque lamentablemente fallecen”.

¿Nos puedes contar la situación de los compañeros fallecidos?

“Compañeros de diferentes áreas han sucumbido ante la enfermedad. Esto no es exclusivo de nuestra clínica. Está pasando en todos los niveles. Compañeros que tienen contacto con médicos de otras clínicas, por ejemplo de Colima y tristemente nos enteramos que el martes 11 de agosto falleció una enfermera de allá. En nuestra unidad hace algunos días falleció un compañero de intendencia, varios compañeros más han tenido que ser internados, tenemos dos compañeros médicos actualmente graves. Estamos en un punto en nuestro lugar de trabajo con mucho mayor riesgo que el resto de la población, aunque se tomen las medidas necesarias”.

En este sentido de lo escaso de los recursos ¿Qué enfermos tienen prioridad ante la falta de recursos médicos?

“No hay prioridades, todos los pacientes se manejan por igual. Por ejemplo, un paciente si no requiere ventilador pues no va a ser intubado, el que requiere ventilador se trata de que a la brevedad sea atendido, y si no hay se manda a Guadalajara”.

Y ¿Qué criterios emplean para la atención de los pacientes?

“Hay una serie de criterios acerca de pacientes que tienen mayores probabilidades de salir adelante, frente a pacientes con varias complicaciones o enfermedades; diabéticos, hipertensos o en estado grave. Se trata de sacar adelante a los dos, a uno con ventilador y a otro pues a buscar la manera como sea posible. Nos vemos limitados en ventiladores, y por ejemplo si lo tenemos funcionando con un paciente no se lo podemos quitar y decir – ah pues está grave, ya hay que quitárselo – aunque haya otro paciente en espera de ventilador se trata de buscarle, resolver, se trata de actuar a tiempo.

“Me pasó en una guardia, un ventilador no funcionaba adecuadamente y en lo que venía el técnico para repararlo nos tocó dos o tres horas estar dando respiración asistida con un aparato que llamamos AMBU (Airway Mask Bag Unit). Es una bolsa que se coloca en la nariz y boca para dar asistencia respiratoria.

“Se trata de salvar la mayor cantidad de vidas posible, pero tenemos nuestras propias limitaciones; con el personal, los ventiladores, nos vemos rebasados por la misma capacidad. Realmente no se esperaba que fuera de estas magnitudes la pandemia, o no estamos preparados para estas magnitudes en este nivel del hospital”.

Entrevistado vía telefónica el doctor José Ángel Ríos Chávez atendió con detalle cada una de las preguntas que se le hacen desde este lado de su auricular. Así mismo se abre y comparte lo que se siente pertenecer al sector salud en una de las pandemias más mortíferas de los últimos cien años.

“Me ha marcado bastante esta área (donde se encuentran los enfermos de Covid-19). Te soy sincero la primera vez que iba a entrar estuve en shock. Lloré, lo acepto, estuve en shock pues era algo muy feo, lo sentí yo. Sin embargo ya ahora mi visión es completamente diferente, sé que no renunciaría a mi profesión, sé que tengo que estar ahí, ese es mi lugar y que en cualquier momento pudiera yo estar infectado, incluso requerir de hospitalización o llegar a morir”.

¿Cuáles han sido los principales problemas en el sector salud en México?

“Yo creo que sigue siendo la falta de equipamiento en las unidades, la falta de medicamentos. De repente no hay un medicamento y no lo recetas. En el sistema de ahora, que es electrónico, te marca si hay en existencia el medicamento o no para que puedas sustituirlo por otro en ese momento para que el paciente tenga opciones de similar acción y no se vea afectado en su tratamiento.

“Nuestro hospital, el de zona número 9 del IMSS, fue diseñado para atender la necesidad de una población mucho menor que con la que cuenta Ciudad Guzmán actualmente, más de 120 mil habitantes. Ya se ha visto rebasado en todos los sentidos, el personal no es suficiente. Por eso el principal mensaje que les doy es cuidarse, no salir por salir. Hasta la fecha hay personas que no creen en la enfermedad o que cree lamentablemente hasta que tiene un familiar enfermo o que ha fallecido por coronavirus”.

Ángel Ríos sabe que la enfermedad no es un invento del gobierno, tampoco es una cortina de humo para tapar otros temas relevantes que suceden en el país. Para el integrante del cuerpo de salud de la clínica del seguro social en Ciudad Guzmán la pandemia es algo real por la que han perdido compañeros y compañeras que están día a día en el combate contra el coronavirus en el área más peligrosa para esta lucha, el mismo hospital donde se atiende a los pacientes con esta enfermedad. Por eso manda el mensaje que se ha repetido desde que la pandemia se intensificó, evitar las aglomeraciones de gente y quedarse en casa si existe la posibilidad.

Alonso Sánchez


Reportero. Egresado de la Lic. en Periodismo del CUSUR. Egresado del Diplomado en Periodismo El Puente/ITESO. Freelancero en proyectos de comunicación y cultura.

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